La guerra de los vídeos hacia La Moncloa

La guerra no es nueva. Desde hace más de diez años, tanto PSOE como PP han utilizado los vídeos propagandísticos para criticar al rival. Todo empezó con las primeras elecciones que ganó José María Aznar: habían pasado 14 años de Gobierno socialista, con las huelgas generales, los escándalos de corrupción y la trama del GAL dando alas al Partido Popular.

Los dirigentes de Ferraz se lanzaron a producir un vídeo que intentara meter el miedo en el cuerpo a los votantes. Eran menos de dos minutos de duración, pero sigue siendo recurrente la frase de "soltar al doberman", en referencia al fundido que se hacía de la cara del ex ministro Álvarez Cascos con el semblante del animal. Finalmente, el vídeo no consiguió su objetivo y el PP ganó las elecciones.

Fue el primero de una larga lista de vídeos que ha sido, incluso, objeto de estudio en las universidades (PDF): el marketing político condensado en producciones audiovisuales.

En los últimos años, cuando el signo político volvió a cambiar en la Moncloa, los principales partidos han vuelto a enzarzarse con este tipo de productos. El primero en golpear esta vez fue el entorno del PP, concretamente su 'think-tank', FAES, con un vídeo de apoyo a la teoría conspirativa de los atentados del 11 de marzo, tres días antes de las elecciones que derrocaron al PP.

El vídeo suscitó una enorme polémica, pero resultó muy efectivo. Así, los dirigentes de Génova volvieron a la carga con otro vídeo aprovechando el aniversario de la muerte de Miguel Ángel Blanco, cuyo asesinato conmocionó a España.

La cinta fue muy criticada por mezclar duros reproches al proceso de paz iniciado por el Gobierno con la muerte del joven edil del PP e, incluso, una caricatura que el diario abertzale Gara publicó en aquellos días.

Pese a todo, Mariano Rajoy apoyó el vídeo. Poco tiempo después contraatacó el PSOE con 'La otra tregua', un recorrido por la anterior negociación del Ejecutivo, esta vez popular, con la banda terrorista ETA.

Éste fue, probablemente, el punto de inflexión: a partir de aquí, el PSOE inauguró un canal propio de televisión por internet llamado iPSOEtv, amén de un canal propio en YouTube. En adelante, también el PP contaría con un área de vídeos propia en su página web.

Desde Génova llegó también un polémico vídeo sobre inseguridad ciudadana, una idea que el PP intentó asociar a la gestión socialista. Poco después trascendió que en el vídeo aparecen imágenes de Medellín (Colombia), así como de España en momentos en los que gobernaba el PP.

También las elecciones catalanas se vieron salpicadas por la polémica. Convergència i Unió, también con canal propio en YouTube , publicó un vídeo criticando al PSC.

Pero la última oleada de vídeos ha venido, no ya directamente de los partidos, sino de sus juventudes. Concretamente, de las socialistas. Primero, asociando al PP con 'pasado' y crispación en un supuesto partido de rugby en el que nacían los 'New Reds', nuevos rojos, en referencia a los 'All Blacks', la selección australiana de rugby.

Después llegó otra cinta socialista, en la que se presentaba a los jóvenes del PP como pijos, ultrarreligiosos e ignorantes. La parodia no se hizo esperar: llegó desde una televisión ideológicamente afín a los populares, Intereconomía TV, y presentaba al joven progresista como borracho e inculto.

Aunque cada vez es más típico encontrar este tipo de productos en las campañas electorales de nuestros políticos, igual que sus blogs , que luego caen en desuso, en otras partes del mundo nos llevan aún más ventaja. En EE UU, por ejemplo, cada precandidato cuenta con su propio espacio en YouTube; igualmente, en Francia, la pelea entre Sarkozy y Royal se libró casi íntegramente a través de los vídeos y los blogs.

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