Disney, propietaria de la saga Star Wars desde 2012, recibirá 50 millones de dólares (unos 47 millones de euros) gracias a una póliza con Lloyd's of London que aseguraba la participación de Carrie Fisher, fallecida el pasado 27 de diciembre, en las tres nuevas películas de La Guerra de las Galaxias, tal y como confirman medios como The Independent o Telegraph.

Fisher volvió a repetir su papel como princesa Leia en El despertar de la Fuerza, estrenada en 2015, y ya había rodado las escenas del Episodio VIII, que tiene previsto llegar a las pantallas el próximo 15 de diciembre.

No obstante, la compañía tendrá que buscar solución a su ausencia en la novena entrega, razón por la que ha cobrado la indemnización, la más cuantiosa de la historia bajo esas características.

Aunque ha sido una de las más sonadas, no es la única muerte de una estrella sin finalizar rodajes previstos. Otros casos conocidos han sido el de Paul Walker, que fue recreado por CGI en la séptima entrega de Fast&Furious; o el de Philip Seymour Hoffman, fallecimiento que obligó a cambiar el guion de Los juegos del hambre: Sinajo - parte 1.