Garzón ordena encarcelar a los miembros de Batasuna Asier Imaz y Gorka Díaz

  • Imaz y a Díaz están acusados de integración en organización terrorista.
  • Gorka Díaz se entregó voluntariamente en la Audiencia Nacional.
  • La Fiscalía había solicitado su ingreso en prisión.

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha ordenado el ingreso en prisión de los dos supuestos dirigentes de Batasuna Asier Imaz y Gorka Díaz. El primero de ellos fue detenido el pasado lunes en Beasain (Guipúzcoa), mientras que el segundo se entregó este jueves por la mañana en la sede del tribunal.

Con el ingreso en prisión de Imaz y Díaz son ya 19 los miembros de la Mesa Nacional de la ilegalizada Batasuna encarcelados, después de que el magistrado enviara a la cárcel a 17 miembros de la formación abertzale que fueron detenidos hace diez días cuando participaban en una reunión en la que al parecer se reorganizaba la estructura de la formación para seguir dando cobertura a ETA.

Ambos han comparecido ante Garzón por espacio de un cuarto de hora cada uno y se han negado a contestar a las preguntas que les ha formulado el juez y la fiscal Dolores Delgado, que pidió para los dos prisión incondicional y comunicada.

La Fiscalía había solicitado su ingreso en prisión

La Fiscalía de la Audiencia Nacional había solicitado el ingreso en prisión incondicional de ambos miembros de la Mesa Nacional de Batasuna.

Ambos están acusados de un delito de integración en organización terrorista, el mismo que el juez Baltasar Garzón imputó a los 17 miembros de la dirección de Batasuna para los que ordenó el ingreso en prisión el pasado día 7.

Tanto Imaz como Díaz han sido detenidos en virtud de una orden dictada por este magistrado el pasado día 4, fecha en la que se desarrolló en Segura (Guipúzcoa) una operación policial en la que fueron arrestadas 23 personas, entre ellas las 17 que posteriormente ingresaron en prisión.

Garzón justificó su decisión en que, tras la ruptura del alto el fuego por parte de ETA, el pasado junio, éstos representantes de la formación ilegalizada no tienen la voluntad de acabar con la violencia terrorista sino la de contribuir con su labor a la "consecución de los fines" de la banda "por medio del recurso de la violencia".

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