Tiempo de exámenes: cómo gestionar emociones negativas

  • No te castigues: ser excesivamente autocrítico puede aumentar el estrés.
  • Haz ensayos: te ayudará a gestionar mejor el tiempo durante el examen.
  • Recuerda que un examen no es "una evaluación definitiva con consecuencias catastróficas si la cosa sale mal".
Personas estudiando.
Personas estudiando.
FORBES
Personas estudiando.

Llegan tiempos de exámenes. Para obtener mejores resultados puede resultar muy beneficioso aprender a controlar emociones como el estrés, los nervios o la ansiedad. Gestionar las emociones en determinados momentos no siempre es fácil.

El profesor de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), Antonio Crego Díaz, ha elaborado un decálogo con consejos –recogidos de un artículo publicado recientemente en la revista Journal of Dental Education– que serán de mucha ayuda en este momento.

Prepárate emocionalmente. No basta con conocer los contenidos de la asignatura, también tienes que estar preparado emocionalmente para hacer el examen. Para ello, es necesario que seas consciente de tus pensamientos y emociones, sin evaluarlos, aceptando que es normal estar nerviosos o inquietos.

Organízate. Planificar el tiempo de estudio y adecuar los métodos de estudio a las características del examen, será favorable para incrementar tu sensación de control sobre lo estudiado y reducir el estrés.

Habla con los profesores para la preparación del examen. Contar con su apoyo es un aspecto clave. Pueden ayudarte con las dudas que tengas respecto a los contenidos de una asignatura y, además, orientarte en base al método de estudio y la preparación de las pruebas.

Busca el apoyo de otros estudiantes. Normalmente, hablar con otros compañeros sobre las situaciones con una carga fuerte de incertidumbre contribuye a reducir el estrés y te ayudará a regular tu propia conducta en relación con lo que hacen los demás. En muchos casos, los otros estudiantes actúan como "patrón de comparación" del comportamiento propio y ello te permite comprobar si estás afrontando bien o no la situación.

Intercambia opiniones. Exponer e intercambiar opiniones con los demás estudiantes se debe hacer desde un tono "constructivo", pues las emociones negativas sirven de ayuda para gestionar bien el estrés.

No te castigues. No tiene ninguna utilidad mantener un discurso excesivamente autocrítico o culpabilizador. Al contrario, este hecho parece relacionarse con un aumento del estrés.

Mantén una visión positiva de tu propia capacidad. Los estudiantes que desarrollan una visión más positiva de su competencia para resolver exámenes tienden a obtener calificaciones más elevadas. El desarrollo de expectativas de éxito puede resultar beneficioso en este sentido.

Haz ensayos o simulacros de los exámenes. Es clave a la hora de preparar el momento de la prueba. Te ayudará a gestionar mejor el tiempo durante el examen y conocer qué estrategias de respuestas seguir. Además, contribuye a reducir la ansiedad ante los exámenes, pues reduce el miedo a enfrentarse a una situación desconocida al exponerse de forma controlada a ella.

Emplea autoinstrucciones. Utiliza frases con indicaciones sobre qué hacer o cómo gestionar las propias emociones el día del examen. Es útil tanto antes como durante el examen y para momentos de mayor ansiedad: frases motivadoras y reforzantes o indicaciones para relajarse.

Cambia la forma de pensar sobre los exámenes. No son "evaluaciones definitivas con consecuencias catastróficas si la cosa sale mal". Son simplemente un paso más en tu proceso de aprendizaje y de desarrollo, y comprender esto ayuda también a reducir el estrés.

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