En agosto, la madre del niño, Dominik (al que puede verse en la foto), había declarado ante la policía que su hijo había desaparecido cuando paseaban en la Isla Margarita de la capital, donde ella se desmayó, y al despertarse ya no le encontraba.

Según ha informado un portavoz policial, el viernes pasado la madre reconoció ante las autoridades que ella y su marido habían enterrado al niño, después de que Dominik fuera mordido mortalmente por un perro de lucha en el patio de su casa.

El pequeño entró en la jaula donde vivían los perros de la familia y al parecer uno de ellos le atacó.

Por otra parte, el padre, buscado por la policía en relación con otros delitos, desapareció en agosto después de la muerte de Dominik y fue encontrado posteriormente.

Los medios locales especulan con que los padres no habían calculado el eco que iba a tener el caso en la prensa por los paralelismos con la desaparición de la inglesa Madeleine el 3 de mayo pasado en el sur de Portugal.