Identifican al grafitero que firmó en la fachada de la Universidad de Salamanca en 1853

  • El proceso se ha llevado a cabo gracias a las labores de rehabilitación.
  • Un alumno de la Escuela de Arquitectura de Madrid dejó su nombre escrito junto con la fecha de expedición en el edificio durante una excursión a Salamanca.
  • Además, al desmontar la cubierta, los técnicos hallaron un alquerque grabado.
Firma del 'grafitero' en la fachada de la Universidad de Salamanca.
Firma del 'grafitero' en la fachada de la Universidad de Salamanca.
FUNDACIÓN SANTA MARÍA
Firma del 'grafitero' en la fachada de la Universidad de Salamanca.

La restauración de la fachada de la Universidad de Salamanaca ha desvelado retazos hasta ahora desconocidos de su historia. Nicomedes de Mendívil, alumno de tercer curso de la Escuela de Arquitectura de Madrid, visitó en mayo de 1853 la USAL como parte de una excursión organizada por el arquitecto Francisco Jareño a la ciudad.

Desde ese momento, Mendívil pasó a convertirse en el grafitero decimonónico que dejó grabada en la piedra de la Fachada la inscripción "Espedición de 1853", a la vez que ha desvelado otros detalles del proceso constructivo. Pero Nicomedes y la fecha de la excursión desaparecerán de la Fachada Rica de la Universidad de Salamanca a finales de esta semana, cuando ya estén retirados los andamios que han permitido su rehabilitación y puesta en valor durante cuatro meses.

De su paso por la portada, esos alumnos dejaron huella, como ya se comprobó en 2012, en distintos puntos del retablo pétreo, han apuntado las entidades promotoras de la restauración de esta joya del plateresco español. En concreto, el profesor de Historia del Arte de la Universidad de Salamanca Eduardo Azofra ha recordado que las marcas de la excursión están en "uno de los cuarteles del escudo central y en el escudo de uno de los putti o querubines del friso superior".

El desmontaje de la cubierta, durante la presente restauración, ha permitido localizar en un sillar del contrafuerte meridional otro grabado:"N. Mendivil 1853", que ha servido al equipo de investigación para rastrear la pista de Nicomedes de Mendívil a partir del estudio que realizó Antonio Casaseca sobre la expedición de Jareño, que se basa en la documentación que sobre el particular se conserva en el Archivo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.

No es seguro que fuera Nicomedes quién realizó todas las inscripciones, pero sí, al menos, una de ellas, han informado la Fundación Santa María la Real, la Universidad de Salamanca y la Junta de Castilla y León.

"Huellas escondidas en la piedra"

El proyecto ha sido posible gracias a la colaboración institucional y a la participación público-privada, con la Junta de Castilla y León y la Universidad de Salamanca como promotores de unos trabajos, que ha desarrollado un equipo multidisciplinar de profesionales, coordinados desde la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico.

Desde el primer momento, la actuación en la Portada Rica se ha contemplado como "una oportunidad para la investigación y el conocimiento", de ahí, que durante el proceso de restauración se hayan sucedido las visitas técnicas.

Una de ellas ha sido la de la investigadora Alexandra M. Gutiérrez, doctoranda de Historia del Arte de la Universidad, quien está realizando su tesis sobre las monteas, que son los trazados que se ejecutaban sobre un tendido de yeso en la piedra o en los solados de la propia construcción, de donde podían sacarse plantillas para facilitar el trabajo de los maestros canteros.

La ascensión al andamio de Alexandra, le permitió localizar algunos de estos sillares con monteas en la Portada Rica, entre otros, uno en el que se ejecutó la plantilla para el trazado de un bocel o baquetón.

"Las trazas aquí localizadas vienen a reforzar los estudios que se han estado llevando a cabo en los últimos años sobre estas huellas escondidas en la piedra de nuestros monumentos, como las localizadas en las azoteas de la catedral de Sevilla o las que se escondían en el templo mayor de Santiago de Compostela", ha apuntado Alexandra.

"Aquí encontramos algunos ejemplos relacionados con la labor directa del cantero que se llevaba a cabo a pie de obra, lo que demuestra el uso habitual de este sistema en el seno del taller y la eficacia de los canteros en el control geométrico necesario para la ejecución de las fábricas pétreas", ha añadido.

Otros hallazgos

La supervisión arqueológica de la obra ha traído consigo otras curiosidades. Al desmontar la cubierta de la sala de incunables, los técnicos hallaron un alquerque grabado sobre un sillar reaprovechado como material constructivo de la fachada plateresca.

"El alquerque es un tablero de un antiquísimo y popular juego de mesa que se solía practicar en espacios públicos y privados, desde templos, a castillos e iglesias", ha indicado la arqueóloga de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico Zoa Escudero.

El localizado al levantar la cubierta de la Fachada Rica es un "alquerque de 12, es decir, se jugaría con 24 fichas, 12 —negras o blancas— para cada participante" ha señalado la arqueóloga, para añadir que se trata de "una variedad más moderna, difundida con posterioridad al siglo XIII y cuyas reglas aparecen recogidas por vez primera en el Libro de axedrez, dados e tablas, del rey Alfonso X El Sabio".

La pieza encontrada durante la restauración, se suma a otra similar, localizada en el muro lateral norte, y posiblemente ambas se reutilizaron como material constructivo, según la información facilitada.

La primera procede, quizá, "de la antigua puerta de la Universidad o sus inmediaciones, construida en el siglo XV, y sustituida al edificar la plateresca que hoy en día vemos". La afirmación de Zoa Escudero se basa en el hecho de que "la portada era un lugar de paso habitual de estudiantes, un espacio muy propicio para albergar entre sus losas un juego de este tipo, en el que los alumnos pudiesen *matar el rato*".

También era frecuente que los propios canteros realizasen estos tableros en la piedra para entretenerse durante el trabajo y los colocasen, posteriormente, en lugares indeterminados, normalmente en zonas poco visibles, "este podría ser el caso del segundo, el que se sitúa en el muro norte, un área más noble de la construcción y que presenta trazos menos marcados y poco esmerados". ha añadido.

Finalización de las obras

En los próximos días, antes de retirar definitivamente el andamio, expertos realizarán una revisión de las tareas desarrolladas en la Portada Rica, consistentes en la limpieza, restauración de los pináculos, eliminación de sales, reintegración volumétrica y armonización cromática del conjunto.

Para combatir la humedad, el proyecto ha instalado una nueva cubierta sobre la sala de incunables que mejorará la ventilación, estanqueidad e impermeabilización, a la vez que facilitará la evacuación del agua.

Además, una vez retirado el andamio, se llevará a cabo una actuación en el zaguán del edificio y en el exterior de uno de sus rondines, destinada a establecer pozos de aireación y a conectar estos a la red de ventilación ya existente.

Con el fin de facilitar la mejor conservación y mantenimiento de la portada, también se ha procedido a su monitorización interior y exterior, mediante la instalación de sensores ambientales y estructurales que servirán para comprender mejor el comportamiento del conjunto en relación con el clima exterior.

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