El artista de muchas facetas Piet Mondrian (Amersfoort-Holanfa, 1872 - Nueva York-EE UU, 1944), cuya impronta todavía se deja sentir en el diseño de interiores, industrial y textil, negaba las formas. El arte, decía, debe estar enraizado en un "ritmo dinámico de relaciones mutuas que excluya la creación de cualquier forma determinada".

Mondrian, que de tan conocido ha sido trivializado con frecuencia, llevó a límites tan radicales la creencia —la forma debe ser siempre posterior a la obra de arte y no previa— que durante su etapa geométrica basada en la retícula cósmica se negaba a usar diagonales, limitándose a líneas horizontales y verticales, creando cuadrículas rellenas con colores planos, con preferencia el blanco.

Estos ortodoxos principios proceden y fueron desarrollados y discutidos en la revista De Stijl (El Estilo), editada en Leiden (Holanda) entre 1917 y 1932. El centenario de la publicación, que reunió a un grupo de artistas, diseñadores y arquitectos de vanguardia que adoptaron como nombre el mismo de la cabecera de la revista —el núcleo duro estaba formado, además de Mondrian, por el también pintor Bart van der Leck, el arquitecto J.J.P. Oud y el fundador y editor Theo van Doesburg—, se celebrará a lo largo de 2017 con varias exposiciones en distintas ciudades y museos holandeses.

Aunque la celebración está justificada por los cien años de la revista, el programa de actos desliza el interés hacia Mondrian, a quien los organizadores, con un poco realismo y ninguna humildad, consideran "el mejor artista moderno" de la historia. ¿Razones? Anotan que "produjo pinturas abstractas que arrasaron en el mundo" y, en sus inicios, había pintado "exuberantes paisajes" con vacas, zonas de drenaje y ganado vacuno. Los cielos y las dunas de Zeeland le llevaron a usar colores deslumbrantes y pinceladas sueltas. La teosofía, primero, y el encuentro con la vanguardia de París le condujo a un lenguaje menos realista y más interesado por la experimentación.

El Gementemuseeum de La Haya anuncia Mondrian to Dutch Design: 100 jaar De Stijl (De Mondrian al diseño holandés: 100 años de De Stijl), una exposición permanente con nada menos que 300 obras del pintor —la pinacoteca tiene la colección más poblada del mundo—, además de objetos relacionados con el grupo de vanguardia, desde mobiliario hasta fotografías de época de todos los creadores implicados, pasando por textiles, publicaciones, cartelería y otros objetos.

Las teorías y obras de De Stijl han tenido una "enorme influencia en la apariencia del mundo que nos rodea, tanto entonces como ahora", dicen desde el museo. Afirman que los postulados del grupo se extendían más allá de la pintura —paleta de colores primarios, lenguaje visual abstracto y énfasis en las líneas horizontales y verticales—. Tanto en arquitectura, como en diseño de interiores, mobiliario, moda y publicidad, el movimiento deseaba contribuir al desarrollo de una sociedad "mejor y más moderna".

El museo Stedelijk (Ámsterdam) ofrece, por su lado y hasta el 21 de mayo,  De Stijl in het Stedelijk (De Stijl en el Stedelijk), un proyecto-exposición que busca demostrar la pervivencia del ideario del centenario colectivo en al arte actual, tanto de los Países Bajos como del mundo. Hay también actos programados en  Leiden y Drachten dedicadas a Van Doesburg; en el Museo Kröller-Müller (Otterlo), centrado en la obra de Van der Leck. Otros centros que participan en el programa del centenario con actos especiales son la casa natal de Mondrian en Amersfoort y la Villa Mondriaan en Winterswijk.