Así lo han asegurado, en declaraciones a Europa Press, representantes de alumnos y profesores que "temen" que el "pacto" se "dilate" en el tiempo y que las "diferencias políticas" impidan un acuerdo que "sí demanda" la comunidad educativa.

En este sentido, la responsable del sector de Enseñanza de CSIF en Castilla y León, Isabel Madruga ha recibido con "satisfacción" la paralización de la Lomce pero advierte de que el trámite para su completa derogación y la puesta en marcha de un nuevo articulado se puede prolongar "18 meses", según los asesores jurídicos de este sindicato. "Confiamos en que la creación de la subcomisión para el pacto por la Educación desbloquee este tema, nos despeje este panorama y busque una alternativa rápida porque no podemos estar otro año y medio con incertidumbre en las aulas", ha admitido Madruga.

Para conseguirlo, desde la Federación de Enseñanza de UGT, a través de su secretaria Rosa Torremocha, reclaman que todas las partes implicas se fijen más "en lo que une" y dejen de lado lo "que les separa" para poder "avanzar".

En este sentido, desde la Federación Autónoma de Asociaciones de Estudiantes en Castilla y León, su presidente, Fernando Ruiz, ha matizado que para conseguir esa "estabilidad", el nuevo modelo educativo debe recoger también la "sensibilidad" de la comunidad educativa y la de las autonomías, no sólo la "política" que parece que es la "única" en la que se está "trabajando".

Un argumento que comparte la coordinadora de la Comisión de Comunicación de Estudiantes en Movimiento en Castilla y León, María del Carmen Rodríguez, que tacha de "auténtico caos" la situación educativa actual y reclama un mayor "peso" del estudiante en la elaboración del nuevo modelo. "Queremos estabilidad, que el cambio de gobierno no nos afecte, que se agilicen los plazos para saber qué modelo vamos a tener y que se nos conceda más participación en los órganos de decisión de los centros", ha resumido.

REVÁLIDAS Y PAU

No varía mucho la opinión de profesores y alumnos sobre el acuerdo alcanzado el pasado 28 de noviembre entre el Ministerio de Educación y las Comunidades Autónomas para reformar las reválidas de la Lomce, que han pasado a ser solo muestrales y de diagnóstico y dejarlas, así, sin efectos académicos, y dejar la PAU en una prueba similar a la selectividad ya existente.

"El borrador de las reválidas va a pasar por el Consejo Escolar el próximo 13 de diciembre, esperamos conocerlo y hacer las aportaciones necesarias", ha admitido Isabel Madruga que exige aclarar cuanto antes también los criterios de la selectividad ya que alumnos y profesores "han perdido" todo el primer trimestre preparando asignaturas de Primero de Bachillerato y ahora, "como es lógico", solo van a "entrar" asignaturas de Segundo.

Una situación que también reclaman los alumnos. "Hasta ahora sabíamos más o menos lo que entraba en la selectividad, teníamos un modelo y preparábamos la selectividad en base a él. Pero ahora mismo, no sabemos mucho, nos dicen que volvemos a lo de antes, pero siguen sin aclararlo", ha lamentado Fernando Ruiz.

María del Carmen Rodríguez entiende que se deben recuperar asignaturas "importantes" como Filosofía y vuelve a "dudar" de la rapidez del gobierno en "despejar" todas estas dudas a menos de seis meses de estas pruebas.

En cuanto a las reválidas, desde UGT se considera la medida "un parche" porque "este" Gobierno tiene en su "ideario" recuperarlas más adelante y "no podemos continuar así", mientras que Isabel Madruga ha pedido a Educación que "aclare" qué centros la van a realizar, al ser muestral, y en base a qué "criterios" se va a hacer esa "elección".