La mujer, que se encuentra en estado grave en un hospital, estaba consciente cuando llegó al patio de luces al que se arrojó una patrulla de los Mossos de'Esquadra, a la que dijo que había matado a sus hijos y luego intentó suicidarse porque no quería dejar "cargas", según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Cataluña

El padre de los dos niños se encontraba en Girona haciendo unas gestiones, donde fue localizado por la Policía, pero a su llegada a Barcelona no pudo prestar declaración debido al fuerte impacto emocional que le produjo conocer la tragedia que había vivido horas antes su familia.

Los padres de María Rosa, que también viven en el mismo edificio donde ha ocurrido la tragedia, tuvieron que ser trasladados a un centro hospitalario para ser atendidos del choque psicológico que les produjo la noticia de la muerte de sus nietos a manos de su propia hija.

El abuelo salió de su domicilio con una mascarilla de respiración asistida en la cara. Ni los vecinos de María Rosa, de 34 años, ni la Policía tienen constancia de que la familia de María Rosa tuviera problemas, ni tampoco existen denuncias por malos tratos.

La presunta infanticida también les dijo a los agentes de la policía catalana que había aprovechado que su marido se encontraba fuera - se había desplazado a Girona para hacer unas gestiones - para ahogar a sus dos hijos y luego lanzarse desde la azotea del edificio, porque si él hubiera estado en su domicilio no hubiera podido hacerlo.

María Rosa se encuentra internada en estado grave en el Hospital del Valle Hebrón donde ha sido intervenida quirúrgicamente de varios de los traumatismos que sufrió al caer al patio del edificio.

Nonu Barris es uno de los distritos de Barcelona en donde existe un predespliegue de los Mossos d'Esquadra, cuyas patrullas colaboran con las de la Policía Nacional en la seguridad de la zona, de ahí que una de sus patrullas se personará en el lugar donde ocurrió la tragedia, aunque el caso del doble infanticidio corresponde a la Policía Nacional.

Los hechos ocurrieron el sábado por la mañana el número 56 de la calle Vía Julia del distrito barcelonés de Nous Barris; sobre las 10,10 horas, la mujer llamó al 091 de la Policía Nacional comunicando que había matado a sus hijos y dio la dirección donde vivía.

Posteriormente se dirigió a la azotea del edifico, formado por un entresuelo y cinco plantas, y se arrojó a un patio interior de luces y en su caída arrastró las cuerdas de tender la ropa y rompió un techo de uralita, lo que presumiblemente amortiguó el impacto contra el suelo.

Los vecinos no dan crédito

Varios de los vecinos de la escalera donde vivía María Rosa M.A. han declarado que era una familia normal, por lo que no encuentran razones para explicar lo sucedido. Unas vecinas ha aseverado:

"Rosa adoraba a sus hijos. No me puedo creer lo que ha pasado y lo único que se me ocurre es que se haya desequilibrado, que haya sufrido un desequilibrio. Es una familia buenísima y repito que ella adoraba a sus hijos y hacía todo lo posible para sacarlos adelante"

Otros vecinos han asegurado que jamás se podían imaginar que pudiera ocurrir "una cosa como ésta" y han recalcado que era una familia bien avenida.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña han informado de que no tienen ninguna información que avale que se tratara de una familia mal avenida, ni tampoco existen en sus archivos denuncias por malos tratos.

La Policía prosigue las investigaciones para tratar de aclarar este doble infanticidio y está a la espera de que el padre de los pequeños se recupere psicológicamente para poder declarar.

El que sí ha declarado es el hermano del padre de los pequeños, que se encontraba con él en Girona.

El cuarto caso de infanticidio en lo que va de año

El asesinato del sábado en Barcelona es el cuarto caso de infanticidio registrado en España en lo que va de año.