Según las conclusiones iniciales del fiscal, el acusado se dedicaba a la comercialización de ejemplares de una semana de vida de dicha ave, incluida en el listado de especies protegidas, por lo que está "expresamente prohibida su caza y captura".

En concreto, dice la acusación pública, en mayo de 2013 ofertó a través de una página web la venta de dichos polluelos, lo que fue investigado por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, llegando a ofrecer a los agentes dos ejemplares de dicho tipo de ave.

Según el informe forense, el acusado padece un trastorno mental referido como esquizofrenia desde 2012, "sin que se pueda concretar el grado de afectación a sus facultades en la fecha de los hechos", pone de manifiesto el ministerio público en su escrito provisional de acusación.

Por estos hechos se acusa al hombre por un delito relativo a la protección de la flora y fauna, con la circunstancia atenuante de alteración mental, por lo que solicita la pena de cuatro meses de prisión e inhabilitación para el ejercicio de cazar o pescar durante dos años.