El regreso del fotógrafo de las cámaras jumbo, Richard Learoyd

  • El fotógrafo inglés de las cámaras gigantes —del tamaño de una habitación— muestra una nueva colección de retratos, paisajes y naturalezas muertas.
  • Crea una sensación de hiperrealidad al trabajar con cámaras oscuras que instala en interiores o traslada al exterior y captan los detalles con extrema precisión.
  • 'Mi esperanza es que inspiren una visión reflexiva de la intimidad y una comprensión más intensa de los demás', dice Learoyd.
'Lucie con medias', foto de Richard Learoyd
'Lucie con medias', foto de Richard Learoyd
© Richard Learoyd, courtesy Fraenkel Gallery, San Francisco
'Lucie con medias', foto de Richard Learoyd

El fotógrafo Richard Learoyd (1966) hace fotos mediante el proceso más primitivo, la cámara oscura. En su caso, al antiguo sistema, que fue imaginado por Aristóteles al observar como los rayos de la luz traspasaban las rendijas de una cesta de mimbre para proyectar en una estancia oscura la escena que transcurría frente a la misma cesta, tiene otro componente: las dimensiones inusualmente grandes de las cámaras, casi siempre habitaciones.

El artista inglés, especializado en las cámaras llamadas con humor jumbo, presenta una nueva serie de retratos en color y naturalezas muertas y paisajes en blanco y negro. Las imágenes, tomadas en California (EE UU) y países del Este de Europa, fueron todas realizadas en cuartos convertidos por Learoyd en habitaciones, en uno de cuyos extremos coloca la lente y en el opuesto el papel fotosensible.

Dos habitaciones

La cámara oscura se compone en realidad de dos habitaciones. En la primera están el modelo u objeto, iluminados por una poderosa fuente de luz, y el papel y en la adyacente se coloca el fotógrafo. La conexión de las dos habitaciones es una lente colocada dentro de un fuelle.

Las imágenes, que expondrá del 5 de enero al 4 de marzo de 2017 la Galería Fraenkel de San Francisco, logran una extrema sensación de hiperrealidad gracias a los tamaños de los negativos, de algo más de dos metros. Al poder captar un nivel de detalle tan alto y una profundidad de campo tan afinada, la sensación de intimidad es única y pone en entredicho la agudeza visual del del espectador.

'Fisicalidad' y tacto

En los retratos más recientes de Learoyd, los modelos están alejados de la cámara y son aparentemente incognoscibles. Pero la "palpable curiosidad" del artista se manifiesta en "detalles intensamente traducidos" y una condición que desde la galería llaman de "fisicalidad y tacto", capaz de "proyectar un deseo de cercanía".

La piel translúcida sugiere vulnerabilidad  El uso sutil del gesto, el color y la pose se convierten, con tal grado de engrandecimiento, en "características significantes de la vida interior del sujeto", mientras que las cualidades translúcidas de la piel —Leroyd presenta varios desnudos— y las prendas de vestir "sugieren vulnerabilidad y fragilidad".

Delicadeza tranquila

Del mismo modo, en los nuevos paisajes en blanco y negro de Learoyd, el proceso es de búsqueda y descubrimiento, revelando escenas sorprendentes con delicadeza tranquila. Los temas al aire reflejan encuentros con terreno que el fotógrafo, que se desplaza con una cámara obscura transportable, previamente desconoce. Hay paisajes de la costa de California y zonas rurales de Bulgaria, Rumanía y Polonia.

Este fotógrafo de presencias imponentes, creador de imágenes que tienen textura, peso y volumen, dice sobre sus fotos: "Mis imágenes giran en torno a la idea de extender la duración de la mirada... Mi esperanza es que inspiren una visión verdaderamente reflexiva de la intimidad y una comprensión más intensa de los demás que nos ayude a aumentar nuestro nivel de humanidad".
 
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