El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha propuesto este lunes a la ejecutiva de su partido que la Asamblea Ciudadana estatal que celebrará a principios de año, la ya llamada Vistalegre II, se convoque el fin de semana del 11 y 12 de febrero, haciéndola coincidir con el Congreso Nacional del PP. Dicha propuesta tendrá que ser refrendada ahora por el Consejo Ciudadano de Podemos, que se ha convocado para el sábado 17 de diciembre.

En rueda de prensa tras la reunión de la dirección, Iglesias ha avanzado que ha hecho esta propuesta a la ejecutiva, y ha asegurado que cuenta con el "apoyo" de su 'número dos', Íñigo Errejón, para ser reelegido como secretario general en Vistalegre II. "Mi obligación es tratar de buscar acuerdos. Me siento apoyado por todos para ser secretario general, hasta por los más críticos", ha manifestado el líder de la formación.

"A mí no me parecería mal que compañeros que no comparten conmigo algunas visiones dieran un paso adelante y compitieran por la secretaría general, y así se lo he transmitido a todos. Me han dicho que prefieren que sea yo, que quieren que su secretario general sea yo", ha proseguido Iglesias en rueda de prensa.

"Si tanto los sectores que se identifican con lo que pienso como los sectores que plantean algunas críticas quieren que yo sea el secretario general, creo que tengo una responsabilidad de, por lo menos, intentar la integración, que pueda haber una dirección de Podemos en base a unos documentos políticos y organizativos en la que quepa todo el mundo", ha añadido el líder de Podemos.

La propuesta del secretario general de celebrar el congreso a mediados de febrero se abordará en el próximo Consejo Ciudadano Estatal. Sin embargo, no será este órgano el que cierre los detalles sobre la metodología que tendrá este congreso sino que Podemos dejará esta cuestión en manos de su militancia, que se pronunciarán en una consulta a nivel estatal los días 18, 19 y 20 de diciembre.

Aunque los detalles de esta consulta se terminarán de cerrar esta semana, Iglesias ha avanzando que los inscritos deberán pronunciarse sobre la modificación del sistema de votación para que sea más proporcional. En este sentido, Iglesias ha encargado al secretario de Organización, Pablo Echenique, trabajar para cambiar ese sistema de votación. "A nadie le gusta un sistema electoral heredado de Vistalegre que es demasiado mayoritario", se refirió Iglesias, que pidió "una manera de elección más proporcional que asegure el respeto a las minorías".

La militancia también deberá pronunciarse sobre el formato del debate, en concreto, sobre si debe darse por fases como en el anterior congreso de Vistalegre —en el que se votaron primero los estatutos y luego las listas para la dirección—, o de forma conjunta, con los "proyectos vinculados a las personas".

Por su parte, Iglesias ha apostado claramente por que esa votación sea conjunta. "Lo lógico es que las listas estén vinculadas a un proyecto político. Separar esas votaciones es muy difícil de justificar. Cuando uno hace una lista no lo hace por fisionomía sino por ideas que se expresan en documentos", ha asegurado.

Este punto ha supuesto un primer escollo en el camino abierto hacia ese congreso, ya que el secretario Político de Podemos, Íñigo Errejón, defiende que se separen las discusiones. "Primero las ideas políticas y organizativas y luego las caras", ha afirmado el portavoz parlamentario en un mensaje en Twitter, difundido cuando todavía no había acabado Iglesias su rueda de prensa conjunto con Echenique.

En su alocución, Iglesias ha puesto de manifiesto su intención de "buscar el acuerdo" de cara a ese congreso con el resto de "corrientes críticas" que existen en la formación —como las ha definido—, entre las que ha ubicado a la que lidera el secretario Político, Íñigo Errejón, y a los 'Anticapitalistas' de Miguel Urbán y Teresa Rodríguez.

"Mi desafío es hacer un Podemos en el que quepamos todos, en el que las diferencias puedan ser complementarias y en el que en los órganos haya personas que procedan de corrientes distintas", ha asegurado, para añadir que, para conseguirlo, su intención será en un principio alcanzar un consenso sobre la nueva estrategia política y el modelo organizativo que debe tener Podemos en el futuro. "Me voy a dejar la piel", ha asegurado.

Es decir, intentará que el debate que comenzará ahora con esas "corrientes críticas" derive en un mismo proyecto pero, si no es posible, ha dicho que ve "absolutamente legítimo" que compitan en ese nuevo Vistalegre, como ya ocurrió en la asamblea fundacional de hace dos años, en la que los anticapitalistas se enfrentaron a la corriente 'oficialista' que lideraban Iglesias y Errejón.

Respecto a Errejón, ha alabado la "relación intelectual tan privilegiada" que mantienen y que "no se ha roto nunca", y ha asegurado que "es más" lo que les une que lo que les separa, aunque ha reconocido que hay diferencias, ya que su secretario Político es el "representante" de "una corriente con sus propias contradicciones internas". Eso sí, ha matizado que esas diferencias "se ensanchan por abajo", es decir, con los llamados 'errejonistas'.

Hacer coincidir su asamblea con el Congreso Nacional del PP no es casualidad para el líder de Podemos, sino que tiene toda una carga simbólica.

Iglesias quiere que España pueda comparar en un mismo fin de semana dos proyectos "antagónicos" de país, y presentarse  como la verdadera oposición al Gobierno de Mariano Rajoy.