Según se declaró probado por el juzgado, y consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, en febrero de este año, el denunciado entró en la finca y se apoderó de tres cajas con 120 kilos de dicha fruta, valorados en 192 euros.

El hombre fue sorprendido por miembros de la Guardia Civil, que devolvieron los frutos a la dueña. Por estos hechos, el hombre fue condenado por un delito leve de hurto y se le impuso una multa de un mes a diez euros diarios, lo que supone el pago de 300 euros.

Contra la sentencia, el acusado presentó un recurso en el que discrepaba del peso total de las tres cajas de limones sustraídas, sosteniendo que eran sólo 51 kilos y no 120 como se había determinado en el juicio.

La Sala rechaza el recurso y confirma la sentencia, al considerar que hay prueba suficiente para la condena con las testificales de los agentes que lo sorprendieron y que ratificaron en el juicio el atestado en el que se fijaba en 120 kilos el peso total de la mercancía.