Aprobado el III Plan Director de Cooperación para el Desarrollo elaborado "por todos" y centrado en la pobreza

  • El Consejo de Gobierno ha aprobado este jueves el III Plan Director de Cooperación para el Desarrollo de Castilla y León para el periodo 2017-2020, un documento "de todos y para todos" ya que ha sido elaborado de manera conjunta entre todos los agentes de cooperación de la Comunidad en un total de 17 reuniones celebradas desde el pasado mes de febrero.
De Santiago-Juárez, junto a Marcos, presenta el III Plan de Cooperación
De Santiago-Juárez, junto a Marcos, presenta el III Plan de Cooperación
JCYL
De Santiago-Juárez, junto a Marcos, presenta el III Plan de Cooperación

"Es un plan de abajo hacia arriba", ha explicado el vicepresidente de la Junta y consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, quien ha presentado este III Plan Director de Cooperación para el Desarrollo de Castilla y León como la "experiencia piloto" de la futura Ley de Diálogo Social en la que trabaja la Junta y cuyo proyecto de ley se presentará en verano de 2017 para intensificar la participación de la sociedad civil en las normas autonómicas.

De Santiago-Juárez ha definido la futura Ley como una "vuelta al guante" para que la sociedad civil se sienta "cómplice" de las políticas del Gobierno autonómico a través de una "conversación permanente" con los ciudadanos.

El III Plan Director de Cooperación para el Desarrollo de Castilla y León se centra en la lucha contra la pobreza en todas sus formas y dimensiones y contra las causas que la generan, sin olvidar la promoción del desarrollo humano sostenible a nivel global.

El vicepresidente de la Junta ha aclarado que el Plan no recoge una memoria económica ya que no es un proyecto sólo del Gobierno autonómico sino de todos los agentes que lo han impulsado, como corporaciones locales, universidades o las propias ONG, si bien se ha comprometido a mantener e, incluso incrementar en la medida de lo posible, los 4,2 millones de euros destinados este año.

Dicho esto, ha explicado que el III Plan incorpora una distribución de recursos entre las diferentes modalidades de actuación de cooperación de modo que deberá destinarse a la cooperación económica no reembolsable y cooperación técnica al menos un 78 por ciento del total de las cantidades destinadas a Cooperación para el Desarrollo.

Otro 7 por ciento será para Educación para el Desarrollo y la ciudadanía global y, al menos, otro 7 por ciento para la ayuda humanitaria, y "todo ello sin que los gastos administrativos de gestión superen el 5 por ciento", un compromiso que afecta también a todos los agentes de cooperación para reforzar la eficacia de las actuaciones que persigue la nueva estrategia.

El nuevo plan fija tres prioridades transversales que deben impregnar todas las intervenciones, el enfoque en derechos humanos, el enfoque de género y el enfoque medioambiental sostenible, y contempla otras tres áreas de actuación como la ayuda humanitaria que se concentrará en este caso en las intervenciones de emergencia ante situaciones de necesidad derivadas de desastres naturales, con especial atención a los movimientos de población, desplazados y refugiados.

También contempla las intervenciones dirigidas a situaciones de crisis cronificadas, con especial atención a las condiciones generadas por los conflictos armados, y las intervenciones dirigidas hacia una acción humanitaria preventiva, focalizada en el fortalecimiento de la capacidades de actores locales en contextos propensos a las crisis humanitarias.

En el área de cooperación económica no reembolsable se han presentado las prioridades geográficas que se concretan en Senegal, Burkina Faso, Tanzania, Mozambique, Guatemala, Nicaragua, Bolivia, Perú e India. Desde el punto de vista geográfico se incluye además una prioridad específica ya que deberá destinarse el 25 por ciento de la ayuda oficial al desarrollo a los países del África subsahariana.

En esta modalidad de intervención se ha abordado un nuevo planteamiento para ordenar las prioridades sectoriales que se fijarán en función de los derechos humanos que se pretenden reforzar. En concreto, los agentes de cooperación para el desarrollo han priorizado seis derechos humanos para garantizar unas condiciones de vida digna a las personas como son el derecho a la alimentación, al agua y saneamiento, a la educación, a la salud, a la vivienda adecuada y a una vida adecuada.

Por último, se refuerza la Educación para el Desarrollo y la ciudadanía global en Castilla y León donde se concentrarán los esfuerzos en desarrollar en los ciudadanos conocimientos, habilidades, valores y actitudes que permitan abordar los problemas globales que nos afectan y promover los Derechos Humanos.

En este Plan también se pone un especial énfasis en el fomento del voluntariado como agente de transformación social y en la sensibilización en los centros educativos para promover ciudadanos corresponsables y solidarios.

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