El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha pedido este miércoles al Gobierno central que dialogue con el Ejecutivo catalán de forma bilateral y sin vetar el referéndum de la mesa de negociación: "Nos gustaría mucho establecer un diálogo con el Estado; con una única condición: que no haya condiciones".

Lo ha dicho en una intervención ante el pleno del Parlament durante la sesión de control al Govern, donde ha criticado al Gobierno de Mariano Rajoy porque, a su juicio, ha anunciado que quiere dialogar pero en ningún momento lo ha llevado a la práctica: "Un anuncio de diálogo no es diálogo".

El líder del PP en el Parlament, Xavier García Albiol, ha asegurado que el Ejecutivo central quiere dialogar con Puigdemont, pero le ha advertido de que "mientras gobierne el PP en España no se va a celebrar un referéndum" de independencia como el que propone la Generalitat.

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el nuevo delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, se reunirán este viernes a las 16 horas en el Palau de la Generalitat, ha explicado Millo en una entrevista en RNE-Ràdio 4. Será la primera reunión entre ambos desde que el delegado asumió el cargo el lunes 21 de noviembre, cuando ofreció "mano tendida" al Govern para cooperar, pero a cambio exigió respeto a la legalidad y al Estado de Derecho.

Desde la Delegación, Millo tiene el encargo de ser "los ojos, los oídos, la mano derecha y la mano izquierda" del Gobierno central en Cataluña para saber construir el diálogo y el entendimiento, explicó aquel día la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

La reunión de este viernes servirá para medir la voluntad de diálogo que han expresado tanto la Generalitat como el Gobierno central, aunque ninguna de las dos administraciones ha cedido en cuanto al proceso soberanista: la primera sigue impulsándolo y la segunda sigue rechazándolo.

El encuentro llegará después de que este martes el Govern haya presentado los Presupuestos de 2017 con 5,8 millones de euros para convocar el referéndum de independencia, partida que algunos partidos ya han advertido de que contemplan impugnar.