El sector crítico del PSOE se prepara para "el choque de trenes" con Susana Díaz

  • Dirigentes y diputados afines a las tesis de Pedro Sánchez se organizan para constuir una proyecto alternativo al de la presidenta andaluza.
  • Muchos consideran que se trata de "modelos antagónicos" y que la ruptura es tan grande que no es posibles vías intermedias.
Susana Díaz y Pedro Sánchez.
Susana Díaz y Pedro Sánchez.
Julio Muñoz/EFE
Susana Díaz y Pedro Sánchez.

La herida socialista no deja de sangrar. La votación en el Comité Federal del 23 de octubre que condujo a una abstención ante el Gobierno del PP rompió al partido en dos (139 votos frente a 96). Y desde entonces, cada uno de los pasos que se han dado, lejos de coser, solo han hecho más evidente la fractura. La imposición de la abstención en bloque en lugar de parcial, el miedo a la ruptura con el PSC, las sanciones y reestructuración en el grupo parlamentario, el retraso a la hora de poner fecha al congreso federal...

Hoy, un mes y 23 días después de que Pedro Sánchez dejara la secretaría general derrotado ante quienes pedían una gestora frente a un congreso extraordinario, un grupo de dirigentes y diputados que compartían sus tesis se han agrupado en torno a un proyecto colectivo con un objetivo común: construir una alternativa al PSOE que, a su juicio, representa la presidenta andaluza, Susana Díaz.

Así, mientras la secretaria general de la todopoderosa federación andaluza da los primeros pasos de cara a su probable candidatura a liderar el partido –"se puede ser secretario general de un partido y presidente de Andalucía", dijo el lunes–, el ahora llamado sector crítico se prepara para lo que consideran que será un "choque de trenes". De un lado, el aparato del PSOE andaluz y buena parte de la vieja guardia socialista; del otro, los siete líderes territoriales que defendieron el ‘no’ a Mariano Rajoy, así como cuadros medios y destacados miembros de todas las federaciones, incluidas las alineadas con la gestora.

"No preparamos una carrera electoral, sino una batalla ideológica, quizás la última, por el alma del partido", afirma uno de estos dirigentes críticos, entre los que están los líderes territoriales Francina Armengol (Baleares), Luis Tudanca (Castilla y León), Idoia Mendia (País Vasco), Sara Hernández (Madrid), César Luena (La Rioja), Rafael González Tovar (Murcia) y María Chivite (Navarra).

"Estamos en la construcción de una alternativa al modelo neoliberal y que sea capaz de amalgamar a la izquierda en un proyecto común", explica otro destacado miembro del sector crítico, que subraya que no está claro quién lo liderará. "Eso", afirma, "se verá después, en la segunda fase, una vez se haya puesto fecha al congreso en el que se deben renovar el proyecto y la dirección del partido y que ya tendría que haberse convocado".

Dos modelos "antagónicos"

"Esto no va de Pedro y Susana... Hay dos modelos diferentes  y hay que confrontarlos porque hemos llegado a un punto de ruptura en el que ya no hay posibilidad de una solución intermedia. Será un choque de trenes ideológico por la concepción de la vida, del partido, de la sociedad y del país", añade.

En la misma línea se expresa otro miembro de este embrión de equipo, formado por unas 25 personas, entre ellos Sánchez. "El PSOE siempre ha sido diverso y plural, siempre ha habido corrientes, como el felipismo y el guerrismo... Pero es la primera vez en 40 años que hay dos posturas antagónicas". "Queremos un modelo de partido más moderno, democrático y participativo aún por construir. Aquí se insertó un sistema de primarias del siglo XXI en una estructura del siglo XIX. Por eso muchos se sienten incómodos con la votación directa de la militancia y defienden la democracia representativa escudándose en la tradición del partido", agrega.

"Enfrentamos un modelo de partido y de país muy centralista, con un control férreo de las estructuras de poder", afirma otro dirigente territorial. "Hay poco respeto al matiz, a la discrepancia y a la democracia interna. Ahora todo el que no comparta la concepción oficial de las cosas es tachado de antipatriota o terrorista.Y en cuanto al modelo político, hemos comprado discursos y banderas contra las que llevábamos años luchando. Siempre hemos dicho de pactar con el diferente, y ahora parece un anatema. Hay que asumir que no vamos a poder gobernar solos en los próximos 20 o 25 años, pero el PSOE está más centrado en atacar a Podemos que al PP".

A esta idea se suma un cuadro medio del partido perteneciente a una federación "no crítica", que recuerda que todas las encuestas, internas o externas, han mostrado que el PSOE ha perdido el voto de la gente joven y la clase urbana. "No tienen ni idea de cómo vota la generación por debajo de los 40 años... Y nos preocupa no solo que centren sus ataques en Podemos, sino que no tienen la más mínima intención de intentar ocupar su espacio político". Es el discurso del todo por España, pero yo soy más de los españoles que de España. Nunca nos hemos centrado en símbolos, fronteras y banderas", explica.

¿Riesgo de escisión?

La ruptura es tal, a juicio de las fuentes consultadas, que muchos hablan incluso de riesgo de escisión. "Dependerá del camino que siga la gestora, de si vamos a un congreso normal o no. Pero si se toman decisiones irrevocables como manipular el censo electoral, o quitan el voto a los militantes del PSC (su vínculo está actualmente en revisión) va a ser imposible sujetar esto. Se irían 60.000 militantes y esto ya no sería el PSOE, sería otra cosa", afirma uno de los dirigentes anteriores. "Del choque de trenes podemos salir con una catarsis o explotar en mil pedazos", subraya otro.

Muchos en este grupo admiten, no obstante, que todo está aún en fase embrionaria, a lo que hay que sumar las dificultades que implica estar fuera de las estructuras de poder y no controlar el aparato del partido. En el centro del engranaje está Luis Tudanca, haciendo labores de coordinación y diálogo con los distintos líderes territoriales que están en el equipo. "Todos estamos en lo mismo, un proyecto coral y colectivo, pero tenemos dieferencias sobre el camino a seguir", explica uno de ellos. Entre los casi 25 miembros hay, además de los dirigentes antes citados, diputados fieles a Sánchez como Adriana Lastra o María González y nombres como José Luis Ábalos, secretario general de Valencia, Josep Borrell o José Antonio Pérez Tapias, entre otros. Pero esperan ir sumando.

Hoja de ruta en dos fases

Y aunque insisten en que la hoja de ruta está aún por definir, coinciden en dibujar, a grandes rasgos, dos fases principales. La primera, que llegaría hasta que se pusiese fecha al congreso federal (se cree que se sabrá a mediados de diciembre), se centrará en reuniones físicas y conversaciones telefónicas, que es en lo que están ahora. "Mientras no haya calendario estamos en stand-by, en zona de espera. Intercalaremos el manejo de los silencios con actos sueltos para que no caiga el mensaje, pero no solo de Pedro. En esta fase hay que hablar más de política y proyectos y menos de lo orgánico", afirma otro. "Hay que mezclar prudencia, pasos compartidos y medición de tiempos. Intercalar mensajes y apariciones medidas para hablar de política y marcar las diferencias con lo que representa Susana", agrega.

La segunda fase vendría una vez que se anuncie la fecha del cónclave (se cree que se celebrará en junio). "Entonces se aumentará la velocidad y la intensidad de todo", señala uno de estos dirigentes. Habrá que elegir un candidato, y es posible que se incorporen personas de fuera del partido para ayudar en la construcción del proyecto político.

No son pocos los que tienen dudas sobre si Sánchez es el adecuado para encabezar el proyecto cuando llegue el momento. De hecho, el propio exsecretario general las tiene. Sin embargo, muchos coinciden en que ahora mismo "él es quien tiene el apoyo de las bases". "Habrá que ver, en su momento, quién concita más apoyo, pero va a depender mucho de si Susana da el paso definitivo a o no. Si ella se presenta, de nuestro lado tiene que ser Sánchez, porque representan el ying y el yang", señala un líder territorial.

Otro cree que, si Díaz no se lanza porque "quienes tiene detrás optan por una "tercera vía", como defienden varios socialistas que dicen que no están encuadrados en ningún sector, entonces "todo es posible". "Si se abre ese melón puede pasar cualquier cosa, pero no se pueden controlar las alternativas y no hay garantías de que que se pueda transferir el capital que hoy Pedro tiene ante la militancia. Se puede generar cualquier dinámica", concluye. En cualquier caso, asegura que tienen muy clara una cosa: "El PSOE tiene un problema de credibilidad. Y si no logramos construir una alternativa de verdad, la gente buscará otra".

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