Comunitat Valenciana

Las polémicas de Rita Barberá

El Ayuntamiento de Valencia subasta los dos Audi A8 de Rita Barberá. Uno tiene blindaje y otro no.
El Ayuntamiento de Valencia subasta los dos Audi A8 de Rita Barberá. Uno tiene blindaje y otro no.
EFE
El Ayuntamiento de Valencia subasta los dos Audi A8 de Rita Barberá. Uno tiene blindaje y otro no.

Rita Barberá  ha muerto este miércoles de un infarto en un hotel madrileño, desapareciendo del panorama político nacional una figura indiscutiblemente destacable. La que fuera durante casi un cuarto de siglo alcaldesa en Valencia ha estado rodeada los últimos años de todo tipo de polémicas, algunas simplemente anecdóticas y alimento para las risas en las redes sociales, otras de gran calado y con un trasfondo que no invita a las bromas.

Pillada durmiendo en el Senado

La polémica más reciente tuvo lugar el pasado mes de septiembre, cuando la  diputada de Podemos por Tarragona, Celia Cánovas Essard hizo una fotografía que después subió a Twitter en la que se veía a Barberá, en ese momento viceportavoz de comisión del Grupo Mixto en el Senado, durmiendo sin disimulo. 

54 días sin pisar el Senado

Pocos meses antes, según arrancó marzo, fue noticia que Rita Barberá llevaba 54 días sin pisar el Senado. Hubo incluso una recogida de firmas para exigir que devolviera el sueldo correspondiente a ese periodo de tiempo. Como senadora Barberá cobraba un total de 4.636,29 euros sin tener en cuenta otros conceptos como desplazamientos, taxis y otros privilegios.

‘Caloret Faller’

El momento de Barberá que suele venir a la mente en primer lugar al pensar en sus últimas polémicas, fue su discurso de 2015 dando inicio a las fallas. Un discurso muy criticado por el escaso dominio del valenciano de la veterana alcaldesa, con distintas incorrecciones, mezclándolo con el castellano y repitiendo hasta cinco veces la palabra “caloret” . La alcaldesa terminó pidiendo disculpas por su valenciano.

Burla a las víctimas del metro

Otro momento polémico que también tuvo lugar durante las fallas de 2015. El movimiento Intifalla, que protesta contra los casos de corrupción del PP valenciano y se suele manifestar contra la alcaldesa, se reunía a diario bajo el balcón del ayuntamiento de Valencia a la hora de la mascletá. El 3 de marzo, coincidiendo con la convocatoria de la Asociación de Víctimas del Metro, protestaron con el lema “no olvidamos el accidente de metro. 43 muertos + 47 heridos = 0 responsables”. La alcaldesa respondió desde el balcón con un gesto de burla.

 “¡Qué hostia!”

En 2015, tras las elecciones municipales, Rita Barberá, que había tenido cinco mandatos en mayoría y había llegado a ser la alcaldesa con más apoyos de España, fue cazada a medianoche abrazándose a su compañero Serafín Castellano, ex conseller y delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, y diciéndole “¡Qué hostia! ¡Qué hostia!”.  El PP había pasado de tener 20 a 10 concejales; Joan Ribó superó a Barberá en 35 de los 86 barrios de Valencia que en 2011 controlaba el PP.

Los Audi A8

Dos veces han salido a subasta los dos coches oficiales de Rita Barberá por decidisón del actual alcalde, Joan Ribó, sin lograr comprador. Tas el fracaso buscando comprador en octubre y en noviembre de este año está previsto volver a intentarlo en diciembre o a comienzos de 2017. Se trata de dos Audi A8, uno de ellos blindado. Este último le costó al Ayuntamiento de Valencia 267.336,76 euros: 86.300 euros del precio básico del coche y otros 181.036,76 euros del blindaje y otros posibles extras. Ahora se pide por él 18.032 euros.

No es la única polémica reciente de la alcaldesa relacionada con coches. En verano de 2014 retiró el coche que había tenido aparcado durante 23 años en los bajos del Ayuntamiento. El automóvil, un Lancia Delta, estaba completamente lleno de polvo y con las ruedas desinfladas.

"No dimito, es que ni me lo planteo"

En una rueda de prensa el 25 de febrero de 2016 Rita Barberá negó saber "nada" de "ninguna caja B" ni sobre el presunto blanqueo en el grupo municipal de Valencia y descartó de manera contundente que fuera a dimitir:"Lo voy a decir claro y muy fuerte, que no dimito. Es que ni me lo planteo". Añadió que si dimitiese "estaría asumiendo una culpabilidad" y entró en comparaciones con Esperanza Aguirre: "Si alguien tuviera la tentación de compararme, ella ha dimitido de presidenta del PP de Madrid, ha dimitido del cargo orgánico y no del institucional". También arremetió contra "la izquierda radical antisistema", la financiación de Ciudadanos por su “hedor insoportable” y los compañeros del PP que pedían explicaciones e incluso que se fuera: "En unos casos por juventud y en otros por otras razones, los he encontrado precipitados".

El 13 de septiembre, el Tribunal Supremo decidió investigarla por supuesto blanqueo de capitales, ante lo que la exalcaldesa solicitó la baja en el PP, pero de nuevo se negó a entregar su acta de senadora porque a su juicio, lo contrario, podría entenderse "como una asunción de responsabilidad" y pasó a integrar el Grupo Mixto.

‘Ritaleaks’

Con ese nombre se conoce al caso de irregularidades en gastos de representación cargados al consistorio entre los años 2011 y 2014, con un total de 466 facturas por valor de 278.000 euros en comidas, hoteles y viajes.  La Fiscalía del Tribunal Supremo lo archivó en julio de 2016 al no apreciar "con el grado de seguridad que una imputación delictiva requiere" que la que fuera primera edil cargara al Ayuntamiento gastos sin relación con la vida municipal, aunque precisando que "sin perjuicio de que pudiera considerarse la existencia de algún déficit en la justificación de alguno de los viajes”.

No retirar símbolos franquistas

Otro juez de Valencia envió también al Supremo otra causa, ésta abierta contra Barberá por no retirar símbolos franquistas cuando era alcaldesa de la ciudad, incumpliendo la Ley de la Memoria Histórica. El alto tribunal archivó también este procedimiento en julio. La denuncia se refería a la existencia en la ciudad de Valencia de monumento a los caídos, escudos anticonstitucionales, placas con signos anticonstitucionales y cuadros de honores de Valencia con exponentes del franquismo.

 Las rosquilletas

El expresidente de la Generalitat Francisco Camps la defendió en rueda de prensa en febrero de 2016. Camps resaltó que Barberá había cambiado la ciudad de Valencia "de cabo a rabo", que vivía en un piso de alquiler y tenía un coche "de doscientos años" y que no se había llevado "ni un paquete de rosquilletas". Las roquilletas también dieron bastante juego en redes sociales.

Las bofetadas de su cuñado

El abogado José María Corbín, esposo de su hermana Asunción Barberá, aseguró en febrero de 2016 que su mujer "no sabía nada" del presunto blanqueo de capitales en el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento y agregó: "Permitidme la licencia; si yo me entero de que mi mujer ha dado 1.000 euros, la corro a bofetadas". En esta ocasión no fue algo que dijera Rita Barberá, pero le salpicó igualmente.

Cuando el ayuntamiento se quedó sin luz

Pasó en 2012. Tras un impago continuado y  acumular una deuda de 13 millones de euros, Iberdrola interrumpió el servicio eléctrico del ayuntamiento. La alcaldesa compareció para tachar de “insolidaria” a la eléctrica, explicar que ya habían pagado 7 millones, acusar a Iberdrola de que "a lo mejor les molesta que vayamos bajando el consumo" y reclamar que "realizar un corte de luz  y utilizarlo para presionar es un instrumento tremendamente insolidario porque, además, ellos tienen mucho dinero y pueden perfectamente aguantar en este momento en el que nadie tiene liquidez". Es algo que se le recordaría en el futuro con frecuencia.

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