Cuatro hospitales del este de la ciudad siria de Alepo, entre ellos el único centro pediátrico de esta parte de la urbe, han quedado fuera de servicio por los daños causados por los bombardeos del régimen, que mantiene totalmente cercada esta zona rebelde.

El director de una de las instalaciones sanitarias afectadas, el Hospital Quirúrgico Al Bayan, Mahmud Rahim Abu Bakr, dijo por teléfono que su centro, junto a otros tres más, ha sido blanco de bombardeos y de proyectiles de artillería desde este viernes. El Hospital Al Bayan había interrumpido sus actividades esta semana por los ataques, pero ya las había reanudado. Abu Bakr afirmó que ahora "solo queda abierto el hospital de Al Quds, pero actualmente la zona donde se encuentra está siendo bombardeada".

A este respecto, la información es confusa, ya que anoche la opositora Dirección General de Sanidad en Alepo Libre informó en un comunicado de que todos los hospitales del este estaban fuera de funcionamiento "por el bombardeo sistemático y continuado" durante los dos días anteriores.

Por su parte, el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman, señaló en declaraciones telefónicas que "todavía hay hospitales del este de Alepo que siguen abiertos, pese a que esos cuatro han quedado fuera de servicio".

Uno de los centros que han cerrado es el Hospital Infantil, el único especializado en pediatría de la mitad oriental, que ha sido atacado dos veces esta semana, la última el pasado viernes por la noche.

En un comunicado, la Asociación de Médicos Independientes (IDA, en sus siglas en inglés), que da soporte a ese hospital, explicó que sobre las 9.40 hora local (8.40 hora peninsular española) del viernes el centro recibió el impacto de dos misiles. La nota destaca que en ese momento los médicos estaban tratando a decenas de víctimas que presentaban síntomas de haber sufrido un supuesto ataque con gas cloro.

Uno de los pediatras del Hospital Infantil, identificado como doctor Gaiz, detalló que estaban atendiendo "casos de sofoco y de parada respiratoria aguda debido a la inhalación de gas cloro por un ataque que los pacientes describieron que fue con barriles de explosivos que contenían esa sustancia".

De repente, "dos misiles guiados y con paracaídas atacaron el hospital. Los impactos causaron una destrucción masiva, heridas al personal y el corte de la electricidad. Ante la interrupción del suministro eléctrico, el personal arriesgó sus vidas para salvar a los bebés de las incubadoras", rememoró el facultativo.

La Asociación de Médicos Independientes ha mostrado además las imágenes del momento de ese ataque al hospital pediátrico, tomadas de las cámaras del interior del centro y de los alrededores. "En los últimos meses, los ciudadanos de Aleppo han presenciado la horrible escalada de violencia y los continuos bombardeos. Hospitales, infraestructura civil, convoyes humanitarios, escuelas y centros médicos continúan siendo objeto de ataques", denuncia esta organización médica siria con base en Turquía. "Al igual que todos los hospitales circundantes del este de Alepo, ha sido golpeado varias veces en un solo año. Este 2016 va camino de convertirse en el año con más ataques a hospitales", agregan.

El pasado día 15 se reanudaron los ataques contra la mitad oriental de Alepo, sitiada por el ejército y controlada por la oposición, después de más de tres semanas sin operaciones, aunque Rusia ha negado tanto su implicación como la de las autoridades sirias.

Desde esa jornada, al menos 180 personas han muerto por los intensos ataques aéreos y de artillería en los barrios del este de Alepo, según los datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

En las últimas 24 horas, unos 54 civiles han perdido la vida en las zonas rebeldesde la provincia septentrional siria de Alepo en ataques aéreos y de artillería del régimen sirio, ha informado este domingo la ONG. Entre las víctimas se encuentra un matrimonio y sus cuatro hijos menores que perdieron la vida después de la pasada medianoche por el estallido de barriles explosivos lanzados por helicópteros sirios en el barrio de Al Sajur, en el este de Alepo, bajo control insurgente, explicó el Observatorio.

Entre los 54 muertos también hay ocho menores de edad, una mujer y diecisiete personas no identificadas. El observatorio no descartó que aumente la cifra de víctimas mortales debido a las decenas de heridos, entre ellos varios graves.