Si ya de por sí España recaudaba poco en impuestos ambientales comparado con los países de su entorno, el INE ha confirmado este miércoles que en 2014, el último año del que se han conocido datos, se ingresó aún menos por políticas fiscales en este concepto. Y más de la mitad de lo recaudado por las 'tasas verdes' fue sufragado por los hogares.

Estadística calcula que las arcas del Estado recibieron 19.251 millones de euros en tasas ambientales en 2014. Es una cifra inferior en un 1,9% respecto a los 19.622 millones ingresados un año antes. Y sigue siendo una cifra muy baja en comparación con otros países de su entorno.

En la Unión Europea, de hecho, solo Lituania y Eslovaquia aportan una cantidad menor de ingresos en comparación con su PIB. El 1,85% que supone la recaudación ambiental en nuestro país, según los datos de Eurostat, es inferior a la media comunitaria (2,5%) y a la existente en las economías más avanzadas de la UE, como Dinamarca (4,1%), Italia (3,6%), Reino Unido (2,5%) o Francia y Alemania (ambas, un 2%).

Ese porcentaje del 1,85% es menor al del año pasado, cuando los impuestos ambientales —los aplicados sobre algún material que tiene un impacto negativo, comprobado y específico, sobre el medioambiente— pesaban un 1,9%.

La única noticia 'positiva' que puede extraerse es que en 2005, en el comienzo de la serie medida por Eurostat, España no era la antepenúltima de la tabla... sino la última. Aunque ya entonces el peso de los impuestos sobre el PIB era del 1,9%. Es decir, que en diez años apenas se recauda más.

"España dispone de margen para reforzar la aplicación de impuestos medioambientales", aseguraba un reciente informe de la OCDE que incidía en la baja proporción que los ingresos por actividades contaminantes suponen en la economía española que le sitúan "a la cola de Europa".

El INE, además, recuerda que las organizaciones internacionales "recomiendan" el uso de la fiscalidad energética, los impuestos sobre los recursos para mitigar el cambio climático y promover un uso sostenible de los recursos.

El 83,6% de los ingresos ambientales proceden del gravamen sobre la energía, el 12,9% sobre el transporte y apenas un 3,5% sobre la contaminación y los recursos. En las tres tipologías se redujeron los ingresos en 2014, pero de forma más acusada en los impuestos sobre la contaminación, un 15,1% más recortados.

¿Y a quién se le pasa la 'factura'? Principalmente, a los hogares. Hasta 9.883 millones (un 51,3% del total recaudado) se pagaron a nivel doméstico.

Especialmente importante fue el desembolso fiscal 'verde' de los ciudadanos por la utilización del transporte: hasta un 78,5% de los 2.487 millones recaudados por este concepto fueron sufragado desde el bolsillo de los hogares. Un porcentaje que disminuye al 49,1% de los 16.095 millones ingresados por actividades energéticas.

Lo que no pagaron los hogares, lo abonaron las empresas. Sobre todo las englobadas en el sector Servicios (5.365 millones), así como las industrias extractivas y energéticas (3.637 millones). De forma testimonial pagaron impuestos verdes las actividades agrícolas (217) y la construcción (149).