Una buena noticia eclipsada por una muy mala. Eso es lo que arroja la cuarta edición del Índice de Terrorismo Global 2016 (GTI, por sus siglas en inglés), elaborado por el  Instituto para la Economía y la Paz (IEP). Según este informe, en 2015 las muertes globales por terrorismo descendieron un 10%, un dato que se vio ensombrecido por el aumento en un 650% de los fallecimientos por esta causa en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El número total de muertes causadas por el terrorismo se redujo a 29.376 el año pasado, invirtiendo una tendencia alcista de cuatro años. Y se debe, sobre todo, al hecho de que las intervenciones militares contra el Estado Islámico (EI) en Irak y Boko Haram en Nigeria lograron reducir en un 32% las víctimas mortales en estos países, contribuyendo así a una reducción general en la cifra global.

Sin embargo, estos dos grupos terroristas, fundamentalmente EI (ISIS), pasaron a propagar el terror a otros países, aumentando el impacto del terrorismo al resto del mundo y contribuyendo a un deterioro del 6 % en la puntuación general de GTI de este año. En consecuencia, 23 países registraron niveles terroristas récord en comparación con el tope previo de 17 en 2014.

Francia, Turquía, Arabia Saudí, Kuwait y Túnez experimentaron grandes aumentos en el terrorismo en 2015. Dentro de la OCDE, 21 de sus 34 Estados miembros experimentaron al menos un ataque terrorista, siendo Turquía y Francia los países que más muertes registraron por esta causa dentro de la organización. Más de la mitad de las 577 víctimas mortales por terrorismo en la OCDE fueron en conexión con Isis, cuyos ataques en París, Bruselas y Ankara estuvieron entre los más devastadores en la historia de estos países.

"El EI ha perdido mucho territorio en Irak desde que la coalición internacional que apoya al Gobierno iraquí ataca al grupo", aunque al mismo tiempo los yihadistas han "cambiado sus tácticas hacia un modelo más transnacional, similar al de Al Qaeda", lo que ha aumentado su impacto en occidente, explica el director de Investigación del IEP, Daniel Hyslop. El EI es "sin ninguna duda la mayor amenaza terrorista" que afronta el mundo, señala este experto, que alerta de que el grupo y sus afines han pasado de estar activos en 13 países en 2014 a 28 países el año pasado, incluyendo muchos en Europa.  En Turquía, en particular, la situación es algo más compleja, dado que también ha contribuido el PKK de Kurdistán", afirmó Hyslop.

Steve Killelea, presidente ejecutivo de IEP, afirma al respecto que "el informe GTI de este año destaca el conjunto más complejo de dinámicas en terrorismo global en los últimos 16 años. Aunque por un lado la reducción en las muertes es positiva, la continuada intensificación del terrorismo en algunos países y su propagación a otros nuevos es una causa de grave preocupación y subraya la naturaleza fluida de la actividad terrorista moderna. Los ataques en el corazón de las democracias occidentales subrayan la necesidad de respuestas rápidas y a medida para la evolución de estas organizaciones".

"Los combatientes extranjeros de ISIS que se han ido a Siria han tenido altos niveles de educación pero bajos ingresos, por lo que muchos de ellos se han unido en parte debido a un sentimiento de exclusión en sus países natales. Conocer los impulsores del terrorismo es crucial para el desarrollo de estrategias de lucha contra el terrorismo que ayuden a combatir la radicalización. Las operaciones militares están contribuyendo claramente a limitar a ISIS en Irak, pero el atractivo continuo de la organización, evidente en los ataques inspirados por este grupo en Europa, demuestra las limitaciones de un enfoque puramente militar".

Dentro de los países de la OCDE, el informe dice que los factores socio-económicos como el desempleo juvenil, los niveles de delincuencia, el acceso a las armas y la poca confianza en el proceso electoral son los factores más importantes relacionados con el terrorismo. En los países en desarrollo, una historia de conflicto, niveles de corrupción y desigualdades basadas en el grupo son los factores más relacionados con la actividad terrorista. ."Eso apunta a la necesidad de las democracias de dar respuesta a las preocupaciones y quejas de la población", apunta Hyslop.

El impacto económico global del terrorismo alcanzó los 89.600 millones de dólares estadounidenses en 2015: Irak sufrió el mayor impacto económico del terrorismo, alcanzando el 17 % de su PIB en 2015. Los cinco países con mayor impacto total por terrorismo son Irak, Afganistán, Nigeria, Pakistán y Siria. Estos cinco países supusieron el 72 % de todas las muertes por terrorismo en 2015. Operando dentro de estos países están los cuatro grupos terroristas más peligrosos, que son responsables del 74 % de todas las muertes por terrorismo: ISIS, Boko Haram, los talibanes y Al Qaeda. ISIS superó a Boko Haram como el grupo terrorista más radical en 2015 con ataques a 252 ciudades diferentes que causaron 6.141 muertes.

La situación en Latinoamérica es de "relativa calma comparada con el resto del mundo", según el analista, aunque existen "bolsas de terrorismo en Venezuela y, obviamente, en Colombia". El proceso de paz con las FARC impulsado por Bogotá "va a ser muy importante para reducir en el futuro los niveles de terrorismo en el país", aunque el Gobierno va tener que centrarse también en la actividad del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla del país. En cuanto a España, el Instituto para la Economía y la Paz destaca que "no ha habido muertes durante cinco años" provocadas por el terrorismo, por lo que califica igualmente la situación como de "relativa calma".