La empresa MAPSA, situada en Orkoien, ha celebrado este viernes el 25º aniversario de su transformación en cooperativa e integración en la Corporación Mondragón. La planta, que produce anualmente 2,5 millones de llantas de aluminio, factura más de 100 millones de euros al año y da empleo directo a más de 500 personas, de las que 326 son además socias.

MAPSA ha celebrado su 25º aniversario como cooperativa en un acto celebrado en sus instalaciones al que han acudido la presidenta del Gobierno foral, Uxue Barkos; el vicepresidente de Desarrollo Económico, Manu Ayerdi; la presidenta del Parlamento foral, Ainhoa Aznárez; y la delegada del Gobierno en Navarra, Carmen Alba.

También han estado presentes el presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra, José Antonio Sarría, el presidente de la Corporación Mondragón, Iñigo Ucín, el secretario general de UGT en Navarra, Jesús Santos, además de representantes de distintos partidos navarros con representación en la Cámara.

En su intervención en el acto, la jefa del Ejecutivo foral ha remarcado que MAPSA ha pasado de 141 socios y 100.000 llantas producidas en 1991 a 500 trabajadores y 2,5 millones de llantas en 2016, algo que "no es una casualidad".

"Sabemos que las empresas de la economía social han atravesado la crisis mejor que las demás, 25 años de cooperativismo, y el resultado es asombroso", ha subrayado Barkos, quien ha atribuido este desarrollo a "25 años de un compromiso con los valores del modelo cooperativo".

La presidenta navarra ha resaltado que este sistema conlleva un "elemento diferencial", la participación de los trabajadores en la gestión de la empresa, dado que "crea las condiciones para que todas las personas empleadas den lo mejor de sí mismas". En su opinión, en MAPSA se ven "los valores del modelo cooperativista: capital humano, inversión, innovación y la mejor tecnología para alcanzar la excelencia económica y social".

Por su parte, el presidente de la Corporación Mondragón, Iñigo Ucín, ha destacado que MAPSA es "un ejemplo de éxito empresarial" y ha puesto en valor el "esfuerzo y trabajo" realizado por la empresa en un sector "duro" como el automovilístico. "MAPSA es un ejemplo de cooperación e intercooperación", ha ensalzado.

También ha tomado la palabra en el acto el director gerente de la planta de Orkoien, Miguel Ugalde, quien ha remarcado que el primer desafío a futuro de MAPSA es "preservar el empleo actual y crecer tanto en calidad como calidad".

Según ha indicado, "seguir creciendo para alcanzar una masa crítica suficiente en un mercado en el que el tamaño sí importa, una apuesta clara por la I+D y mejorar la competitividad de la cooperativa" son otros de los retos de la planta. "El futuro pasa por hacer de las necesidades virtud", ha subrayado.

Asimismo, el presidente de MAPSA, Juantxo Martínez, ha afirmado que la situación actual de la planta "invita al optimismo", ya que se trata de "un proyecto serio, sólido, competitivo y con expectativas de crecimiento". "Somos una empresa referente en un sector tan exigente como la automoción", ha señalado.

SOBRE MAPSA

MAPSA, situada en Orkoien, fundada en 1957, se convirtió hace 25 años en cooperativa, tras la quiebra del grupo inglés Parkfield y por la capitalización del desempleo por parte de 141 socios. El Gobierno de Navarra aportó 200 millones y la Corporación Mondragón, en la que se integró, otros 50. Los comienzos de la planta fueron complicados.

Actualmente, suministra sus productos a los principales fabricantes de automóviles en el mundo, a 22 plantas europeas y más allá de la Unión Europea (Rusia, EEUU, India y Brasil). Sus productos están en modelos de Peugeot, Citroën, Opel, Toyota, Volkswagen, Seta, Ford o Kia. En España solo hay dos plantas productoras de llantas de aluminio, y se ha convertido en una empresa de referencia estatal e internacional.

En los últimos años ha invertido 30 millones, lo que le ha llevado casi a duplicar su presencia en el mercado, pasando de los 1,5 millones de llantas suministradas en 2009 a más de 2,5 en 2016. El objetivo es aumentar la producción de la planta en los próximos cuatro años como mínimo un 20% adicional y sentar la base para la creación de un nuevo centro productivo, sin deslocalizaciones.