En concreto, la nueva planta, que se encuentra en periodo de pruebas hasta el 30 de diciembre, beneficiará a 7.300 personas.

El conseller ha recordado que la nueva infraestructura ha comportado una inversión de 2,1 millones de euros, aunque ha apuntado que queda pendientes 335.000 euros para la construcción de la mejora de un tratamiento terciario con un filtro verde, que se llevará a cabo una vez se haya solucionado el tratamiento de los barros de la antigua estación depuradora.

El responsable autonómico ha visitado esta mañana las instalaciones y, durante su intervención, ha destacado que la nueva planta permitirá incrementar la capacidad de tratamiento de aguas residuales hasta 438.000 metros cúbicos al año, unos 1.200 metros cúbicos por día.

"Se trata de una planta de fangos activos que incorpora un tratamiento terciario adicional de reducción de nutrientes, nitrógeno y fósforo, que permite que el agua tratada sea de más calidad", ha manifestado.

En esta línea, ha añadido que a partir de ahora se estudiarán las opciones posibles sobre qué hacer con los fangos.

"Se pueden enviar a la península, quedarse en la misma laguna o dejar regenerarlos de forma natural", ha apuntado.

Vidal ha asegurado que el plazo contractual global de la actuación habrá sido de 35,5 meses, "más largo de lo que se preveía por cuestiones de la tramitación y la conexión eléctrica de la nueva estación".