Las reconstrucciones de himen en Zaragoza han aumentado un 50% en la última década y ya se llegan a realizar en torno a un centenar al año. Las pacientes son casi en su totalidad de raza árabe y gitana y pasan por el quirófano para poder casarse vírgenes, según mandan sus costumbres. Así lo asegura la doctora María José Barba, experta en cirugía íntima y pionera en España en este tipo de intervenciones.

La operación dura apenas 15 minutos y se practica con anestesia local. El posoperatorio no es molesto y basta con que la paciente lleve una compresa higiénica durante las siguientes 48 horas por si hay sangrados, que son similares a los de cualquier día de menstruación.

Las himenoplastias (o reconstrucciones de himen) cuestan 2.000 €. Su precio es elevado debido a que existen muy pocos especialistas capaces de practicarlas, ya que no cabe posibilidad de error.

«La honra en determinadas culturas pasa por la virginidad. De ello depende la integridad física y social de las mujeres pero también la mía», explica Barba, a quien los padres de algunas pacientes la han llegado a amenazar de muerte si su hija no pasaba la prueba del pañuelo.

Al principio, casi el 100% de las mujeres que recurrían a la himenoplastia eran gitanas, pero ahora las musulmanas ya suponen un 20%. En menor porcentaje también se reconstruyen el himen muchas prostitutas de lujo jóvenes con el fin de cobrar más dinero por servicio. Algunas mujeres maduras también recurren a esta segunda virginidad para complacer las fantasías sexuales de su pareja.

Se conocen a través de Internet