La Comisión Provincial de Patrimonio de Guadalajara ha aprobado las nuevas normas subsidiarias de los municipios de Valverde de los Arroyos; Majaelrayo y Campillo de Ranas, localidades emblemáticas de la Arquitectura Negra de Guadalajara, en las que unifican criterios de construcción para salvaguardar una zona de alto valor paisajístico y urbano.

Según se informó hoy en un comunicado desde la Delegación de la Junta, la iniciativa surgió de los propios ayuntamientos, y desde el principio contó con el respaldo de la Comisión de Patrimonio, que fue quien propició la elaboración de la normativa de protección que ahora se ha aprobado.

Armonía y paisajística 

A partir de ahora, cualquier proyecto que se quiera poner en marcha en alguno de estos pueblos dependerá de su armonización con la arquitectura tradicional de la zona, así como con su entorno.

Asimismo, será obligatorio la elaboración de un catálogo edificatorio con cinco líneas de actuación. Además, hará hincapié en el cerramiento de parcelas y solares para adaptarlas a las tipologías existentes en la zona, en muro macizo, y en las cubiertas, que podrán ser a una o dos aguas.

La pendiente a tres aguas sólo podrá realizarse con el tercer faldón al modo tradicional, con una altura máxima de la cumbrera de cuatro metros desde la cara superior del forjado.

En las nuevas normas está prohibido el cruce de calles con cables eléctricos; el salto de altura en los faldones; los dientes de sierra; los buhardillones; las cubiertas planas y las terrazas abiertas en cubierta o sobre ella.

En cuanto a la instalación de paneles solares, la Comisión Provincial de Patrimonio ha acordado, con criterio general, eximir de la obligatoriedad de disponer de una instalación de captación; almacenamiento y utilización de energía solar de baja temperatura, mediante paneles solares térmicos a todos aquellos inmuebles característicos de la Arquitectura Negra.

Criterios de integración

Las chimeneas, los aleros y los canalones también tendrán unas características específicas, así como los materiales. En este sentido, los acabados serán en lajas de pizarra de morfología irregular; dispuestas al modo tradicional y de la tonalidad de la zona.

En los edificios singulares de valor histórico-artístico sólo se admitirán los materiales existentes en la actualidad. En cuanto a las fachadas se establecerán con criterios de integración y respeto a las edificaciones tradicionales.

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