Las jornadas, promovidas por la Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico de Andalucía (Adepa), se celebraron los días 18 y 19 de octubre y contaron con la participación, entre otros, de los arquitectos Rafael Bermudo y Vicente Llanos, autores del plan especial de protección aprobado para todo el sector urbano aledaño al recinto de los Reales Alcázares, el arqueólogo director de las excavaciones acometidas en el monumento, Miguel Ángel Tabales, el ex conservador del monumento José María Cabeza e Isabel Rodríguez, actual directora del monumento.

Durante dichas jornadas, de las que tomaron parte unas 60 personas, Adepa promovió una "encuesta" sobre propuestas en torno a los Reales Alcázares, cosechando según ha dicho a Europa Press Joaquín Egea, portavoz del colectivo, "apoyo" para toda una serie de medidas e ideas. Mientras el documento de aprobación inicial del mencionado especial de protección contemplaba la instalación de un centro de recepción de visitantes en el lugar donde actualmente se alza el centro docente 'María Inmaculada', en los Jardines de Murillo, una de las propuestas apoyadas en estas jornadas es la recuperación para el monumento de la guardería, toda vez que en 2011 el Consistorio renunciaba a tal extremo por la "función social" de la guardería.

LAS VIVIENDAS DEL PATIO DE BANDERAS

Las propuestas, además, reclaman al Ayuntamiento hispalense, gobernado por Juan Espadas (PSOE), "un acuerdo con Patrimonio del Estado, que permita la incorporación al Alcázar de todos los edificios del Patio de Banderas en un sistema de permuta de suelos". Tal extremo debe entenderse desde la estrecha relación que media entre el recinto palaciego del Real Alcázar y sus espacios aledaños, pues por ejemplo en el Patio de Banderas se localiza el primigenio acceso a la antigua fortificación almohade de la que nace el actual conjunto de palacios y jardines.

Y es que haciendo memoria, fue en 1931 cuando el entonces alcalde de Sevilla, José González y Fernández de la Bandera, logró que el Gobierno de la II República, a través del ministro Diego Martínez Barrios, cediese al patrimonio municipal el conjunto palaciego del Real Alcázar, hasta entonces en poder del Estado. No obstante, aquella cesión quedó inconclusa al no incluir las huertas y casas anexas al propio recinto palaciego.

Además, se propone la incorporación al recinto palaciego el bloque de viviendas de la calle Deán Miranda, merced al contenido del plan especial de protección del monumento, así como "un acuerdo con la Consejería de la Presidencia, para incorporar al Alcázar "como mínimo" el suntuoso y porticado jardín almohade que guarda en sus entrañas, como legado del pasado andalusí, la antigua Casa de la Contratación, enclavada en la plaza del mismo nombre.

En cuanto a las obras previstas en el Patio del León para mejorar la accesibilidad, "debe previamente terminarse el estudio paramental y de suelo desde el punto de vista arqueológico para tomar decisiones definitivas", así como "cerrarse de algún modo los dos huecos laterales de la muralla del patio de la Montería que fueron abiertas en el siglo XX, mantener la escalera de Tubino, con la cancela cerrada pero actuando de mirador al Patio del Yeso y tener en cuenta una solución para la puerta de la Casa del Militar, que no debe ampliarse por destruir sus formas dieciochescas", figura entre las propuestas de Adepa apoyadas por los participantes.