El Ejército de Birmania podría haber incinerado un número indeterminado de cadáveres, pertenecientes a las personas que murieron durante las protestas que se sucedieron recientemente en el país, según informa el diario británico The Sunday Times.

El rotativo británico explica que esta actitud de las fuerzas armadas birmanas les serviría para que no se llegue a conocer la cifra concreta de los fallecidos durante las manifestaciones que se llevan produciendo en el país.

Así, los cuerpos sin vida habrían sido incinerados a lo largo de los últimos siete días en un crematorio acordonado por guardias y situado en el noreste de Rangún, la capital del país.

Estos hechos han sido comunicados por los residentes de la zona, que han visto pasar por la noche camiones de color verde oliva cubiertos con lonas y también han observado cómo salía humo constantemente de las chimeneas de los hornos.

Carreteras cortadas

Además, aseguran que los militares han cortado ocasionalmente las carreteras que conducen al crematorio municipal y han amenazado a los vecinos de la zona para evitar que se asomen desde sus ventanas a mirar hacia las carreteras a partir del toque de queda de las diez de la noche que se ha impuesto.

En este sentido, un funcionario extranjero que ha recopilado información de diversas fuentes sobre el número de fallecidos y heridos ha indicado que "no se ha hecho ningún intento de identificar a los muertos, de devolver sus cuerpos a sus familias o de incluso ofrecerles los ritos budistas mínimos".