Según ha indicado la Policía Nacional en una nota, la investigación se inició a finales del mes de julio, cuando una vecina de Cádiz denunció que había recibido amenazas por teléfono de varias personas que decían

ser víctimas de una estafa presuntamente realizada por la denunciante.

Así, las primeras pesquisas se centraron en verificar si la misma denunciante participaba en la comisión de los hechos, comprobando finalmente que había recibido ingresos en sus cuentas procedentes de distintos puntos del territorio nacional de productos que nunca se habían remitido.

A medida que fue avanzando la investigación, se determinó que en la localidad de San Fernando había varias personas implicadas en la comisión de este tipo de hechos delictivos.

Fruto de las gestiones realizadas, pudieron comprobar que los investigados participaban en el delito de estafa procediendo a la apertura de cuentas corrientes en las que se abonan los cargos de los productos vendidos ficticiamente, y que por su colaboración recibían una comisión.

Además, otros de los investigados, en un nivel superior, utilizaban a los anteriores miembros para realizar las ventas de los productos y contactar con los clientes, beneficiándose de la mitad del importe recaudado por las ventas.

Según ha indicado la Policía, los detenidos desarrollaban tales acciones delictivas de forma habitual y con un gran número de afectados a nivel nacional, resultando difícil precisar el beneficio económico que se haya podido obtener, aunque en un par de meses se ha contabilizado que el importe defraudado ascendió a unos 10.000 euros.

Por su parte, los detenidos, tres hombres y tres mujeres jóvenes que

carecían de antecedentes, excepto uno de ellos, fueron puestos a disposición del Juzgado de Guardia en funciones en la ciudad de Cádiz.