El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha afirmado este miércoles que, si alguien manipuló la pulsera de alerta de la mujer presuntamente maltratada en Bembibre (León), "se agravará la pena".

A preguntas de los periodistas sobre el hecho de que la pulsera no alertó a los servicios policiales de que se estaba vulnerando una orden de alejamiento en este caso, Catalá ha explicado que habrá que esperar a la investigación policial y judicial para conocer con más precisión lo ocurrido.

La mujer denunció que fue secuestrada la noche del lunes en Fabero (León) y posteriormente agredida y vejada por su expareja en Bembibre.

Finalmente, fue abandonada semidesnuda y maniatada en el barrio de la estación de la capital del Bierzo Alto y, tras recibir los primeros auxilios, presentó la denuncia ante la Guardia Civil sobre las cuatro de la madrugada.

Catalá ha advertido de que, desde la última reforma del Código Penal, "inutilizar o alterar los dispositivos electrónicos que permiten garantizar que se cumplen las órdenes de alejamiento supone un agravamiento de la pena".

Y ha subrayado que este caso evidencia la "necesidad de seguir sensibilizando a la sociedad y trabajando para erradicar estos casos de violencia de género".

Aunque ha insistido en que habrá que esperar a las investigaciones para conocer los detalles, ha recalcado la importancia de que se puedan adoptar "todas las medidas de alejamiento y privación de libertad para que no se pueden cometer hechos como los que parece que han ocurrido en este caso".

El detenido como presunto autor de la agresión a esta mujer, I.R.G., de 35 años, ha pasado a disposición judicial después de que ayer por la tarde fuera arrestado.

Mientras, la investigación trata de determinar si hay otra persona implicada, ya que la mujer ha declarado que su expareja iba acompañada por otro hombre cuando la secuestró.

Ese mismo lunes la víctima había solicitado el reingreso en prisión de su expareja tras haber sido acosada durante el fin de semana.