Así, bajo el lema 'La aportación de las empresas a la sostenibilidad', se ha abordado el compromiso con el desarrollo sostenible, "apostando por una sociedad más justa y un tejido productivo más competitivo"; además de reflexionar sobre las perspectivas de futuro.

La jornada ha sido organizada por el Foro Provincial de Empresas Socialmente Responsables de Málaga, impulsada por la propia CEM y la Diputación de Málaga, en esta ocasión con la colaboración del ICEX.

La vicepresidenta y secretaria general de la CEM, Natalia Sánchez; el vicepresidente primero y diputado de Presidencia, Francisco Salado; el diputado y portavoz de Ciudadanos en la institución provincial, Gonzalo Sichar, y el director provincial de ICEX en Málaga, Rafael Fuentes, han asistido a este encuentro.

Sánchez ha indicado que para mantener la rentabilidad económica las empresas han de contemplar nuevos conceptos de riesgo y de oportunidad asociados a los aspectos medioambientales y al impacto social de la producción o a la calidad de las relaciones laborales.

Esto no sólo afecta a empresas de gran tamaño "sino que todas las empresas, sea cual sea su dimensión o su actividad, han de incorporar parámetros de sostenibilidad a su gestión si desean ser más competitivas".

En este sentido, ha destacado la labor del Foro de Empresas Socialmente Responsables de la provincia de Málaga y sus 37 compañías participantes en la promoción de la sostenibilidad en el tejido productivo malagueño, contribuyendo a una mayor difusión de los valores empresariales de la ética y la responsabilidad, identificando retos comunes y buscando soluciones conjuntas a través de cuatro líneas de actuación: ética, orientación RSE en la empresa, personas y cadena de valor, y medio ambiente y sociedad.

Posteriormente a la presentación ha tenido lugar una ponencia a cargo de Sonia Hernández, Gerente de estrategia de seguridad, medioambiente y sostenibilidad de Repsol, que ha analizado la Responsabilidad Social Empresarial como camino para llegar a la sostenibilidad, y una mesa redonda con diversos participantes.

En 2015 se aprobaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible y se lanzó el Acuerdo de París para combatir de forma global el cambio climático y caminar hacia el desarrollo sostenible. Estos compromisos han sido reflejados en la denominada Agenda Post-2015 de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), que representa una ampliación temática en relación a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Dicha agenda reconoce el papel esencial de las empresas para contribuir al crecimiento desde su posición de generadoras de riqueza, empleo y buenas prácticas, entendiendo que una empresa sostenible es aquella que crea valor económico, medioambiental y social a corto y largo plazo, contribuyendo de esa forma al bienestar y al progreso de las generaciones presentes y futuras.