El pasado 9 de octubre, el mundo del toro se volcó con un homenaje hacia el pequeño Adrián, un niño valenciano de tan solo ocho años de edad que padece un tipo de cáncer llamado Sarcoma de Ewing. Para él, que sueña con vencer a la enfermedad y ser torero de mayor, el acto le devolvió la sonrisa y le dio un extra de fuerzas para seguir hacia delante. Para su familia, mucho más, pues el evento tenía la misión de recaudar fondos para la investigación del cáncer infantil.

En medio de un debate social que lleva tiempo teniendo en jaque a la tauromaquia y a los defensores de los derechos de los animales, una usuaria publicó el siguiente mensaje en su muro de Facebook: "Que se muera, que se muera ya. Un niño enfermo que quiere curarse para matar a herbívoros inocentes y sanos que también quieren vivir. ¡Anda ya! Adrián, te vas a morir".

Sus palabras se mediatizaron rápidamente y los medios de comunicación se hicieron eco de la noticia. Ante la presión social, la mujer borró la publicación y todo rastro suyo en las redes sociales. Pero ya era tarde. Muchos decidieron 'seguir su ejemplo' y la familia de Adrián decidió emprender medidas legales al respecto. Amparados por el equipo de abogados de la Asociación del Toro de Lidia, presentaron una querella que ya ha sido admitida a trámite por el juzgado de Instrucción número 10 de Valencia, por un supuesto delito "contra la integridad moral" a causa del "trato humillante y vejatorio, lesivo a su dignidad personal".

"Espero que se haga justicia", declara a 20minutos Eduardo Hinojosa, padre de Adrián, afectado por todo lo que está viviendo su entorno más cercano en los últimos días. Pese a ello, "Adrián está muy bien, sigue su tratamiento con normalidad. Tiene muchas fuerzas para superar esta enfermedad" al mismo tiempo que asegura que "él está al margen de todo".

"Fastidia que lo que en un principio iba a ser una fiesta termine así. Pero bueno, yo me quedo con lo positivo, que fue poder cumplir el sueño de Adrián. Aunque claro, tener que leer amenazas deseando la muerte de mi hijo resulta muy duro".

Eduardo agradece todo el apoyo recibido "tanto de personalidades del mundo del toro" como por parte de los aficionados: "Nos han deseado fuerza para que sigamos hacia delante". Demanda mayor control en las redes sociales para que los agresores "no puedan esconderse así como así. Sólo queremos que se haga justicia y que dejen en paz a Adrián. Queremos que nos dejen ir tranquilos a los sitios, ya sea al fútbol como a los toros, de una vez por todas".

Daño colateral de la polémica, el suceso ha acabado implicando a PACMA –Partido Animalista Contra el Maltrato Animal- de forma indirecta. "Rechazamos cualquier muestra de violencia verbal en redes sociales, más en este caso habiendo un niño con cáncer de por medio", reconoce su presidenta Silvia Barquero a este medio, perpleja por las acusaciones a las que su formación se ha visto obligada a hacer frente. Subraya que no quieren "echar más leña al fuego", ya que eso "sólo afectaría a Adrián, que es la única víctima de todo esto".

"La base del PACMA es precisamente la empatía, ponerse en la piel de quien sufre. No sólo de los animales. Y no se me ocurre un ser vivo más vulnerable que un niño de ocho años". Confiesa haberse sentido "linchada" por parte de algunos sectores de Twitter. "Entiendo que somos la cara más visible de la defensa de los derechos de los animales y que, por ello, mucha gente ha querido hacernos responsable de todo ello" sostiene, al mismo tiempo que critica el peligro que sufren las redes sociales de convertirse en "un vertedero de odio". "Son una herramienta de comunicación fantástica y no podemos pervertir su uso para hacer daño escudándonos en el anonimato".

Buena parte del motivo de las presiones a las que se ha visto sometida proviene de un polémico tuit publicado por la cuenta del partido. En él, junto a la imagen de un niño acariciando a un ternero, publicaron el siguiente mensaje: "La vida de cualquier animal es mucho más valiosa que la de aquel humano que es capaz de torturarlo". Barquero  admite el error y pide disculpas: "lo retiramos inmediatamente. En cuanto lo vi, levanté el teléfono para que fuera eliminado. Se trató de un error del community manager responsable de esa red en cuestión. La frase ni siquiera es nuestra, ha sido utilizada infinidad de veces contra maltratadores de animales. Muy desafortunadamente, se adjuntó junto a una imagen que transmitía algo que para nada pretendíamos. Es importante admitir los errores cuando se cometen y pedimos disculpas por el nuestro".