Según ha informado el Consistorio del municipio en una nota, el responsable del área de Sostenibilidad y Hábitat Urbano, José Antonio Montero, ha referido que los lugares exactos responden a informes técnicos en los que se tiene en cuenta atestados policiales por accidentes en el mismo punto, y peligrosidad observada por intersecciones, pendientes propias de la orografía local o por exceso de velocidad de conductores pese a las señalizaciones.

Esta medida, además, "da repuesta a la demanda vecinal que conoce en su día a día la circulación por sus barrios y los posibles peligros, colaboración que el Ayuntamiento agradece pues resulta muy beneficiosa para el bien de la comunidad".

Algunos de los lugares por los que comenzará en breve la instalación de estos reductores de velocidad serán, entre otros, la calle Barcelona, la Avenida Santa Lucía, la puerta del IES Alguadaíra, o las calles Gordal y Cristóbal Colón.

La lista de calzadas en las que se utilizará este sistema es en torno a 40, que está catalogada por prioridad máxima para la seguridad del tráfico, y se irá ejecutando por fases.

Finalmente, en este sentido, el Ayuntamiento recuerda a los alcalareños la obligatoriedad de respetar las limitaciones de velocidad establecidas en las normas de tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial, y las señalizaciones específicas locales "para el bien de los propios conductores y especialmente de los peatones, sector más vulnerable en estos casos".