Unos 250 pasajeros de un vuelo que debería haber unido Barcelona y Doha el pasado jueves por la tarde se quedaron retenidos en tierra debido a la presencia de una rata en el interior del Airbus de Qatar Airways que tenía que efectuar el viaje, informa El País.

Al parecer, una azafata dio el aviso antes de que los pasajeros embarcaran en El Prat. Debido a ello, se detuvo el proceso de embarque y la aerolínea obsequió a los pasajeros con un vale para agua y bocadillos para hacer más llevadera la espera.

Tras las primeras pesquisas, se supo que ya se había dado aviso de la presencia de una rata en una escala del avión en Filipinas, pero tras ser buscada no se dio con ella y el avión siguió con su funcionamiento habitual.

Se instalaron unas trampas, pero la rata no picó, por lo que se decidió mandar a los pasajeros a un hotel para que pasaran allí la noche, puesto que no podían realojarlos en otros vuelos con destino a los Emiratos. El avión pasó más de 24 horas en la terminal T-1, hasta que el viernes por la noche despegó, vacío, hasta la base de la aerolínea en Doha.