Ha dejado de ser noticia que Fernando Alonso está más solo que la una en McLaren: sin apoyo, sin amigos ni aliados, el asturiano se siente como un intruso en su propia casa.

Ron Dennis ya dijo hace unos días que no se habla con su piloto. Y sigue sin hacerlo: cuenta el diario AS que en los tres días posteriores al Gran Premio de Japón, la cúpula de McLaren ha ignorado al bicampeón español hasta tal punto que nadie, denuncia el AS, nadie ha tenido el detalle de interesarse por el estado de salud de Alonso tras su accidente en el circuito de Fuji.

La colisión fue más violenta de lo que se ha podido ver por televisión: el lunes Alonso aún sentía molestías en el cuello, pero nadie de McLaren ha tenido la cortesía de preguntarle cómo se encuentra.

Nada más bajarse del coche sólo los agentes de prensa de la escudería y Pedro de la Rosa se interesaron por él. En el motorhome corría el champán por el casi seguro triunfo de Hamilton.

Discreción

En China Alonso se ha mostrado discreto y prudente: pasa muchas horas en el hotel con la única compañía de sus incondicionales, que le insuflan ánimos: Raquel del Rosario, su mujer; su representante, Luis García Abad, y su fisioterapeuta, Fabrizio Borra.

La guerra se extiende a los padres

La tirante relación entre Lewis Hamilton y Fernando Alonso se extiende a los padres de los dos pilotos, Anthony Hamilton y José Luis Alonso.

El padre de Hamilton afirmó tras el Gran Premio de Japón que en tres ocasiones el padre de Fernando Alonso se ha negado a darle la mano.

"Él no quiere darme la mano por alguna razón. Se la he ofrecido en varias ocasiones y siempre me la rechaza, al menos tres veces" afirmó, sin referirse a qué carrera en concreto o en qué momentos.

"Ni explicaciones, ni discusiones, incluso cuando su hijo gana. Si tiene algún asunto conmigo, no tengo ni idea de cual es más allá del hecho de que mi hijo lidera el campeonato del mundo".