Los partidos miran al 25-S, unas autonómicas en clave nacional

  • Los resultados de los comicios en Euskadi y Galicia de este domingo redefinirán las estrategias de los líderes políticos, sobre todo de cara a la posible formación de Gobierno o, si no es posible, para preparar el camino de las terceras elecciones.
  • La opinión de Arsenio Escolar: Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera se la juegan el domingo.
Rajoy con Feijóo en Pontevedra.
Rajoy con Feijóo en Pontevedra.
EFE
Rajoy con Feijóo en Pontevedra.

Líderes y partidos políticos miran a Galicia y Euskadi, donde se celebrarán comicios este domingo, hasta el punto de que en buena medida han aplazado el debate sobre la formación de gobierno hasta conocer los resultados. Todos esperan que estos favorezcan que se muevan las posiciones y ayuden al desbloqueo, pero no es solo la posibilidad de tener un Ejecutivo lo que está sobre la mesa. ¿Qué se juega cada partido el 25-S?

PARTIDO POPULAR

Las elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco llegan en un momento muy delicado para el PP, cuyo candidato, Mariano Rajoy, fracasó a principios de mes en su intento de conseguir la confianza del Congreso para ser investido presidente del Gobierno. Rajoy, que de momento mantiene su pacto con C's (170 escaños en total de 350), trata de conseguir el apoyo necesario para garantizar su investidura o, si no, como él mismo ha admitido, ir a terceras elecciones, en las que está convencido de que saldrá reforzado. En ese contexto, el resultado en Galicia será fundamental. Si como vaticinan las encuestas el PP logra mayoría absoluta, Rajoy, que fue quien presionó al candidato y actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, saldrá reforzado, así como el PP, pero también supondrá un espaldarazo para Feijóo, que conseguiría su tercera mayoría absoluta consecutiva. Esto último no es baladí, teniendo en cuenta que el barón gallego es uno de los nombres que suenan con más fuerza para suceder a Rajoy cuando llegue el momento. Una victoria así, además, insuflaría ánimos a un partido golpeado por escándalos como el caso Soria o la investigación del Supremo a la senadora Rita Barberá, que se han producido justo antes del inicio de un otoño lleno de citas judiciales por casos de corrupción como Gürtel o las tarjetas black y que muchos de sus dirigentes viven como un auténtico via crucis.

En cambio, si no logra la mayoría absoluta, el PP tendrá serios problemas, porque desde el PSdeG y En Marea han mostrado su disposición a alcanzar un acuerdo que desaloje a los populares de la Xunta. En ese escenario, se evidenciaría la soledad de un partido popular que, salvo con C's, que ni siquiera tiene garantizado un escaño según los sondeos, no podría pactar con nadie para gobernar ya que todos le dan la espalda.

En el caso de Euskadi, los populares miran con ansiedad si el PNV necesitará o no de su apoyo para gobernar, con la esperanza de que esto pueda servir para sacar del 'no' a Rajoy a la formación nacionalista. Viendo el tono de la campaña, es poco probable. Pero lo es, sobre todo, porque el PNV es más proclive a llegar a acuerdos con el PSOE, con quien ya gobierna en Ayuntamientos y diputaciones forales. La clave estará en si los escaños socialistas son suficientes o hará falta el apoyo de un tercer partido para sacar adelante la legislatura.

PSOE

Los socialistas vascos, y junto a ellos el secretario general, Pedro Sánchez, están volcados en evitar el desastre que vaticinan las encuestas (perderían la mitad de sus 16 diputados y serían cuarta fuerza, según el CIS). Está en juego su relevancia política en Euskadi, en cuya historia reciente han desempeñado un papel clave. Pero para Sánchez, además, la anunciada debacle supondría un duro golpe para su estrategia de intentar un gobierno alternativo a Rajoy, en un momento en el que los críticos ya afilan los cuchillos de cara al Comité Federal del 1 de octubre. Lo alto que alcancen a estar esos cuchillos dependerá del tamaño de la caída en las urnas. Por el contrario, si el batacazo es menor de lo que anuncian las encuestas y los socialistas son bisagra de Gobierno en Euskadi con el PNV, Sánchez saldría muy fortalecido.

En Galicia, la clave para los socialistas está en lograr que Feijóo no saque mayoría absoluta. Las encuestas le auguran la pérdida de al menos dos de sus 18 escaños y un empate técnico con En Marea por el segundo lugar. Ser superados por este partido instrumental no sería un plato de gusto, pero salvaría los muebles si forma Gobierno junto a ellos y BNG y saldría reforzado en caso de encabezarlo. Un resultado digno daría además aire a Sánchez, que convirtió a Galicia en una apuesta personal al imponer nueva dirección en el partido regional y candidato.

PODEMOS

El partido que dirige Pablo Iglesias medirá la fortaleza de su proyecto en Galicia, donde concurre junto a IU y Anova dentro de En Marea, y en País Vasco, donde en las últimas elecciones generales logró ser primera fuerza, por delante del PNV. Sin embargo, la naturaleza de las autonómicas es diferente a la de las generales, y en Euskadi siempre han primado las fuerzas nacionalistas en los comicios regionales. La mayoría, según los sondeos, será para el PNV, aunque no absoluta, pero si Elkarrin Podemos logra superar a EH Bildu, a quien pisa los talones en las encuestas, sería todo un éxito. Daría fuerza al partido en las negociaciones que se avecinan en Madrid con los socialistas, pero en clave interna tendría doble lectura. Por un lado reforzaría al líder, Pablo Iglesias, pero también al número dos, Íñigo Errejón, ya que la candidata, Pili Zabala, fue una apuesta de sus afines en País Vasco.

En Galicia, la partida se la juega en si podrá sumar con el PSdeG para echar a Feijóo y, más aún, en superar a los socialistas y liderar un gobierno junto a ellos y BNG. En ese caso, Podemos, cuyo líder se espera que se vea con Sánchez a partir de la próxima semana, iría mucho más fuerte de cara a las negociaciones, pero también fortalecido en caso de que todo acabara en unas nuevas elecciones en diciembre.

CIUDADANOS

Las expectativas para el partido de Albert Rivera no son muy halagüeñas en Galicia y País Vasco. Se juega empezar a corregir su casi nula implantación en ambas regiones, pero según los sondeos, ni siquiera tiene asegurado conseguir un escaño en los parlamentos gallego y vasco, sobre todo en este último. En el caso de Galicia, si lo logra, su gran baza pasa por venderlo como el escaño de oro, en la medida en que podría darle a Feijóo el Gobierno a cambio de ciertas condiciones que mostraría como una victoria.

En Euskadi, está por ver que sea capaz de ocupar el espacio que ha dejado UPyD, que no concurre a los comicios.

EL RETO DE LOS NACIONALISTAS

El PNV se juega consolidar su hegemonía en Euskadi, con EH Bildu impulsada por el ‘efecto Otegi' y Podemos, que en las ultimas generales fue primera fuerza en la región, irrumpiendo con brío. Bildu afronta el reto de no peder terreno ante la formación morada y tener la llave de los pactos en Euskadi. El BNG, por su parte, al que pronostican una gran caída (tendría solo dos escaños), se juega caer en la irrelevancia.

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