La Asociación para la Defensa del Patrimonio de Andalucía (Adepa) ha solicitado a la Consejería de Cultura, que el antiguo puente basculante de Alfonso XIII, construido con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, la casa natal del poeta Luis Cernuda, ubicada en el número tres de la calle Acetres de Sevilla capital, el cine Cervantes y el antiguo cine X de la calle Trajano, sean catalogados como bienes de interés cultural (BIC).

En un escrito elevado a la Consejería el pasado 27 de julio y recogido por Europa Press, Adepa señala el expediente promovido por la Consejería de Cultura para declarar como bien de interés cultural la conocida taberna y tablao flamenco La Carbonería, después de que el Ayuntamiento hispalense solicitase tal extremo allá por 2007 y coincidiendo con la extinción del alquiler con el que contaba dicho negocio, en su popular enclave de la calle Levíes.

Para Adepa, la Consejería de Cultura ha actuado de modo "populista" y no merced a "criterios justos o tipificados", recordando que la organización ha propuesto desde 2012 la protección de diferentes espacios, sin que tal extremo haya sucedido. En ese sentido, rememora el colectivo sus peticiones para que fuesen declarados como BIC el antiguo puente basculante de Alfonso XIII, relegado a una parcela en suelos de la Autoridad Portuaria de Sevilla y objeto de diversos actos de expolio, el céntrico cine Cervantes y la antigua sala de cine X de la calle Trajano, ubicada en un edificio levantado en la década de 1920 según el diseño del famoso arquitecto Aníbal González.

Por eso, la organización conservacionista solicita de nuevo que se incoen los procedimientos necesarios para declarar BIC tales espacios y la casa natal del poeta Luis Cernuda, ubicada en el número tres de la calle Acetres de Sevilla capital y "en estado semi ruinoso y de total abandono". Todo ello "en el mismo tiempo y condiciones que ha sido incoado el (expediente de declaración de BIC) de la Carbonería". Igualmente, pide el colectivo que cesen las "arbitrariedades" en esta materia y se aplique un criterio justo y "uniforme" para las declaraciones de bien de interés cultural.