Hace tres años, un arqueólogo de la Universidad de Pennsilvania descubrió que la mayoría de pinturas rupestres que realizaron los primeros homínidos fueron hechas por mujeres. Apartir de ese momento, la historia del arte ha apartado al género femenino condenándolo a un segundo plano, muy lejos del lugar reservado a los artistas masculinos.

La historiadora y periodista Ángeles Caso ha querido rendir un homenaje a 80 de estas mujeres maltratadas por la historia con el libro Ellas mismas, publicado a través de una campaña de crowdfunding que recaudó más de 70.000 euros. "Siempre se nos ha contado que en la historia del arte no hubo mujeres dedicadas a la pintura y ahora sabemos que no es verdad", destaca Caso en una conversación con 20minutos. Gracias a una labor de investigación de "toda una vida", la asturiana empodera a estas mujeres, las defiende y las saca a primer plano para revelar las mentiras de la historia.

Para lograr esta labor, la autora ha elegido el autorretrato, una de las técnicas más utilizadas por las pintoras: "Siempre se dice que Rembrandt era el artista que más se autorretrató, pero muchas mujeres hicieron muchos más", recuerda Caso. Este afán por dibujarse dentro de la escena responde a una necesidad de definirse como competentes, a pesar de la diferencia de género.

Todas se dibujaban elegantes, y sofisticadas, pero al mismo tiempo concentradas en su labor y con un aura de maestra de su arte. "Mientras los pintores dibujaban vírgenes, diosas o santas, o estereotipos del cuerpo femenino, las  artistas se han ido retratando a lo largo de la historia una y otra vez dignificándose como profesionales".

Desde el Barroco del siglo XVII hasta nuestros días, Ellas mismas conforma un relato sobre los obstáculos del arte y las dificultades por las que pasa una mujer para poderse consagrar a su oficio. Pero no todas las pintoras fueron despreciadas en su época. "En muchos momentos históricos, aunque se las considerase algo excepcional, algunas artistas gozaron de mucho reconocimiento -aclara la periodista-. En el siglo XVIII en Europa había mujeres pintoras que estaban de moda y todos los escritores y grandes nobles querían ser retratados por ellas".

En el último siglo, se ha hecho más evidente que el arte se ha convertido en un territorio de hombres. Para Caso, la educación juega un papel fundamental para que puedan cambiar las tornas. "Hasta que en las asignaturas de historia no traten con justicia e igualdad a las mujeres que han participado de todos los procesos, tanto artísticos como ideológicos, de la sociedad actual, y se cuente la verdad, va a ser muy difícil que se implante una auténtica igualdad".

Aun así, la historiadora reconoce: "vamos por buen camino", citando el caso de una marca de muñecos que no incluyó a ninguna mujer en una tirada de personajes históricos y la avalancha de comentarios en internet.

Las redes sociales han servido de altavoz en los últimos años para que grupos de activistas denuncien el machismo de algunos sectores de la sociedad, pero en la parte cultural todavía queda mucho por hacer. Ellas mismas consigue que se graben a fuego las miradas de estas 80 mujeres para que no cometamos el error de volver a olvidarlas.