Ildefonso Falcones: "Entre el mundillo literario culto prefiero seguir siendo un ciudadano vulgar"

  • Publica 'Los herederos de la Tierra', la continuación de la novela histórica superventas 'La Catedral del Mar'.
  • La acción se sitúa ahora en el naciente barrio del Raval medieval de Barcelona y con un protagonista diferente, el huérfano Hugo Llor, protegido de Arnau Estanyol.
  • 'La Catedral del Mar' se convertirá en breve en una serie de televisión de 8 capítulos que no cuenta con la participación del escritor barcelonés.

Hasta hace 10 años, Ildefonso Falcones (Barcelona, 1959) era un ciudadano más, abogado de profesión, al que su madre le inculcó el placer de la literatura. "Desde pequeño leía todo lo que caía en mis manos", comenta el autor, por lo que el salto a escribir fue para él "casi inevitable". Lo que no esperaba era que con su primera novela histórica, La Catedral del Mar (2006), llegara a vender más de seis millones de copias en todo el mundo.

Una década después, y con dos libros más publicados, ha decidido recuperar esta historia centrada en la Barcelona medieval y en la vida de Arnau Estanyol para trasladarse a la creación del barrio extramuros del Raval del siglo XIV y centrarse en otro buscavidas. Este es Hugo Llor, hijo de un marinero fallecido, protegido de Estanyol, aspirante a constructor de barcos y comerciante de vinos.

Los herederos de la Tierra se encuentra en librerías desde el pasado 31 de agosto, aunque su presentación oficial llegó a Barcelona el pasado martes, con la asistencia del autor. Dado a prodigarse poco en los medios, en esta entrevista se muestra muy lejano de la fama de autor distante que le precede. Durante la distendida charla explica sus motivos para todo ello.

En la presentación de 'Los herederos de la Tierra' ha remarcado que no estamos ante una segunda parte de 'La Catedral del Mar' sino ante una continuación.

Es una diferenciación sutil. En las segundas partes es como si tuviesen que aparecer los mismos personajes y que todo continúa. En esta novela hay otro protagonista y lugar de Barcelona. En fin, otras cosas, aunque haya también algunos elementos comunes. Pero lo importante no es común. Por eso prefiero hablar de continuación. Además, si piensas en aquello de que "segundas parte nunca fueron buenas..." (ríe).

¿Por qué ha esperado 10 años para publicarla?

Escribí dos novelas entre medio, pero Barcelona sigue siendo para mí muy atractiva. Es cómoda, no tengo que viajar ni desplazarme, y tengo mucho más acceso a todo para escribir.

¿Necesitaba tomarse un tiempo entre una parte y la otra?

Sí. Si con La Catedral del Mar la crítica ya dijo que era un outsider, si hubiera sacado inmediatamente una segunda parte creo que me hubieran machacado. Estoy convencido.

¿Y a qué se debe esta convicción suya?

Hoy en día, aún 10 años después, sigue siendo difícil para mí. Sigue siéndolo. No estoy metido en este mundo mediático y de presentaciones y se puede criticar, pero sin razón...molesta. Estoy hablando de ese mundillo literario, culto, intelectual y endogámico que no permite que nadie entre y que te mira mal, en fin, dioses. Yo prefiero seguir siendo un ciudadano vulgar.

¿Voluntariamente?

Sí, sí, totalmente. Aunque bueno, hasta ahora no era tan voluntario. Yo antes trabajaba como abogado y cuando no estaba escribiendo estaba en el despacho. No tenía tiempo de ir a tertulias y estaba fuera de todo esto.

Entre esas críticas le han tachado de "taciturno" y de ser un autor de libros "para turistas de la literatura".

Es que no sé de dónde lo sacan y no sé por qué lo tienen que decir, por qué tienen que haber estos ataques personales por cualidades que aunque fueran ciertas creo que no interesan. Es francamente desagradable. Además, son gente que tienen novelas y que son críticos y que están en mi mercado también. Igual si compran una novela suya no compran la mía.

¿Les conoce personalmente?

Vinieron a la presentación de la novela pero yo no recuerdo haber hablado con ellos y si han hablado conmigo no ha sido presentándose. Aunque fuera cierto, creo que no es necesario, no es la prensa amarilla. He tenido muchas ofertas para salir en ella y siempre he dicho que no. Lo que deberían de hacer es criticar el libro, pero que soy "adusto", que lleve un botón abierto o una camisa lujuriosa... Hombre, a mi edad ya me gusta causar algo de lujuria... Hay resentimiento, rencor, amargura. No se puede ser escritor y ser normal. Siempre lo he dicho.

¿En qué se asemeja el oficio de escritor al de abogado?

En nada, pero en la documentación sí. Conocer esa dinámica te puede ir muy bien. Lo que pasa es que ahora casi todo se puede encontrar por ordenador. Antes trabajabas con tomos y tomos de jurisprudencia y artículos doctrinales, tenías que ir a bibliotecas y buscarlo. Pero conocer esa dinámica creo que sí que es buena, la organización, aunque yo soy poco organizado...

¿De dónde le viene el gusto por erigir en protagonistas a personajes hechos a sí mismos?

Más que por el outsider, me decanto por el humilde. Pero, además, creo que si tú hablas de Napoleón Bonaparte o de Julio César has de ceñirte a la vida de esas personas y eso te limita mucho más narrativamente. Si hablas de gente llana puedes ficcionarlo absolutamente todo, porque el personaje es tuyo y te lo inventas tú. Y puedes trasladar al lector a una época y a unos lugares determinados que con los nobles no puedes. Pocos lectores se imaginan a si mismos en un castillo pero, en cambio, sí paseando por una calle de una ciudad, y todo eso te procura unos recursos como autor para atraerlo.

¿Puede llegar a saturar al lector Barcelona, al igual que puede sucederle al turismo?

Si las obras son buenas nunca saturan, ya se hable de Barcelona, de Nueva York o de Roma. Si son buenas no te cansas.

¿Cuál es su día a día como escritor, es autor de rutinas?

Es levantarme, hacer ejercicios de estiramiento por la espalda, desayunar y ponerme a trabajar. Me levanto a las 8 u 8 y media. Trabajo unas cuatro horas por la mañana, descanso para comer y trabajo otras tres o cuatro horas por la tarde. Requiere de mucho esfuerzo, a veces más que uno de oficina. Yo puedo compararlo como abogado, porque echaba muchas horas en la oficina, y los fines de semana, pero llevabas un asunto y al cabo de dos horas pasabas a otro, o a una llamada o a una visita. A lo largo del día podías haber tocado 20 cosas diferentes. Aquí no, estás volcado en algo que tiene que salir sí o sí y no puedes decir: "Me voy a poner a escribir otra novela". No sé si alguien lo hace, yo no. Es un trabajo específico que tiene que salir adelante y eso a veces cuesta.

¿Le puede llegar a obsesionar?

De momento no, no sé si en el futuro...pero confío en que no.

¿En que ha cambiado su vida en estos 10 años?

Ha sido un antes y un después en mi profesión, en la que llevaba 35 años. Un cambio tremendo. En lo demás, sigo con mi mujer, con mis hijos, en mi casa y con las mismas aficiones. En lo esencial no ha cambiado.Todo éxito de ventas es coyuntural y circunstancial pero si al lector le gusta ese es el único listón que tengo puesto.

¿Hará el salto a la literatura de actualidad, contemporánea?

No me atrae, estoy cómodo con la ficción histórica. La editorial y yo estamos encantados, y el lector también, para qué lo vamos entonces a cambiar. Tengo alguna novela antigua contemporánea escrita pero no me las quisieron publicar.

¿Las tiene aún en el cajón?

No lo sé, he cambiado muchas veces de casa y ya sabes eso que dicen de que "tres mudanzas equivalen a un incendio" (ríe). O sea, que no sé ni dónde las tengo o si están en disco o en papel.

En breve veremos 'La Catedral del Mar' como serie de televisión ¿Está participando en el proyecto?

No he participado en nada y ya la están grabando. No creo que un autor pueda esperar que su obra quede perfectamente reflejada en otro medio y con otros recursos. Mientras no te la varíen, descalifiquen o corten o cambien a un personaje lo demás es lógico que tenga que cambiar en algún sentido. Son profesionales específicos que no van a trabajar para perjudicarte o cargarse la novela.

En 'Los herederos de la Tierra' se recuerda que en el Raval medieval hubo viñedos ¿Con qué vino acompañaría la lectura de su novela?

Siendo una novela catalana, con uno de los muchos y muy buenos que hay. Me gustan todos.

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