El mes de septiembre trae las convocatoria extraordinaria en once comunidades de la que puede ser la última Selectividad. Se trata de una nueva oportunidad para los alumnos que suspendieron la de junio o no pudieron presentarse entonces por no tener 2º de Bachillerato aprobado. El resto de autonomías celebró la segunda vuelta en julio.

La LOMCE, cuya implantación finaliza en el curso 2016-2017, establece la aplicación de las evaluaciones finales de ESO y Bachillerato. Aunque no va a ser obligatorio aprobar ninguna de las dos para obtener el título de la etapa, la de Bachillerato servirá para acceder a la Universidad.

El acuerdo entre PP y Ciudadanos para la investidura de Mariano Rajoy dejaba sin embargo en el aire la aplicación de las reválidas. Pese a que dicho pacto expiró con el rechazo del Congreso a dicha investidura, los populares han manifestado su deseo de mantener este compromiso.

De esta forma, los alumnos de 2º de Bachillerato y sus profesores tendrán que esperar para saber si finalmente se mantiene o no el calendario de la LOMCE, ya que se abren diferentes escenarios en función de si Rajoy consiguiese los apoyos en una hipotética segunda investidura, se formara un Gobierno alternativo o se celebraran terceras elecciones.

A esto se une la negativa de varias comunidades a poner en marcha estas evaluaciones finales de Secundaria. Esas regiones han anunciado su intención de recurrir ante el Tribunal Supremo el decreto que las regula. La Generalitat de Cataluña, por ejemplo, ha asegurado que no la va a aplicar y que va a mantener el sistema actual, mientras que el Ejecutivo andaluz sostiene que lo único que va a modificar es el nombre, pero que el resto seguirá como hasta ahora.

Con todo, mientras los políticos discuten sobre la continuidad de la LOMCE estos días, los alumnos de varias comunidades se someten a la segunda vuelta de las pruebas de acceso a la Universidad. Los primeros son los de Cataluña y País Vasco los días 6, 7 y 8 de septiembre.

Los siguientes en examinarse son los de Baleares (7, 8 y 9 de septiembre), seguidos de los de Cantabria (8, 9 y 12), Castilla-La Mancha y Castilla y León (12, 13 y 14); Murcia (12, 14 y 15), Andalucía, Aragón y Madrid (13, 14 y 15), y Galicia (14, 15 y 16).

Los futuros universitarios que se examinan este septiembre tienen que realizar una primera fase obligatoria que consta de cuatro exámenes —cinco en el caso de las comunidades donde hay lenguas cooficiales—. En esta fase se realizarán las pruebas de Lengua española y Literatura, Lengua extranjera (a elegir entre alemán, francés, inglés, italiano o portugués), Historia de España o Filosofía (también según la elección del estudiante), y una materia de modalidad de Bachillerato que escoja.

Tras este primer paso, tienen la opción de acceder a la fase específica. Aunque se trata de una prueba de carácter voluntario, les puede servir para incrementar la puntuación total y se convierte en casi imprescindible para poder acceder a la mayoría de las enseñanzas universitarias oficiales de grado con límite de plazas.

Los jóvenes que se enfrenten a esa fase pueden elegir hasta un máximo de cuatro ejercicios. Las asignaturas de las que se examinan dependen de la rama escogida en Bachillerato y deben estar relacionadas con la rama del conocimiento de la titulación a la que se desee acceder. Pueden obtener un máximo de cuatro puntos.