El cabo primero José Hilario Salido, de la Intervención de Armas y Explosivos dependiente de la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza, ha explicado en declaraciones a Europa Press que estas sanciones quedan recogidas en dos normativas, por una parte el Real Decreto 989/2015 que regula la Pirotecnia y Cartuchería, y por la otra, la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana.

Solo los locales que cuentan con los preceptivos permisos pueden vender petardos y en Aragón "no existe autorización alguna por parte de la Delegación del Gobierno para que un puesto ambulante pueda venderlos", ha afirmado José Hilario Salido por lo que quienes lo hagan pueden ser denunciados y sancionados.

"Todos los años los agentes del Cuerpo Armado incautan material pirotécnico en pueblos que se estaba vendiendo sin autorización alguna", ha señalado el cabo primero. Así, una vez localizan el punto de venta ilegal, decomisan todos los petardos y se denuncia al vendedor. Todo el material "se deposita en un lugar seguro y se pone a disposición de la Delegación del Gobierno", ha indicado el agente.

Las multas por infracciones leves oscilan entre los 100 y los 600 euros, las graves entre 601 euros y 30.000 euros, mientras que las muy graves entre 30.001 y 600.000 euros, según se recoge el real decreto que regula la pirotecnia y cartuchería.

Según la ley, por ejemplo, se considera falta leve desobedecer las indicaciones del ayuntamiento, siempre y cuando hubiese advertido mediante un bando la prohibición de lanzar o prender cohetes o petardos; grave sería transportar estos materiales sin cumplir los requisitos necesarios en materia de seguridad o venderlos de forma ambulante; y muy grave si todo lo anterior pudiese generar importantes daños o peligro para personas, flora, animales, cosas o medio ambiente.

EL DUEÑO TAMBIÉN ES RESPONSABLE

Lo recomendable cuando se utiliza un artefacto pirotécnico es dejar suficiente espacio alrededor y evitar su empleo en momentos en los que haya aglomeraciones de personas. Teóricamente, solo se pueden disparar petardos en las zonas delimitadas para ello y marcadas como zona de fuegos, aunque en ocasiones esta norma no se cumple, algo que está sancionado como una falta grave.

Los petardos se deben prender aguantándolos con algún tipo de soporte, colocados en el suelo, lejos de la cara y las manos para evitar cualquier riesgo de quemaduras. El material pirotécnico se debe encender por el extremo de la mecha para que dé tiempo a retirarse. Por lo normal, suelen tardar entre cinco y diez segundos en explotar.

Los petardos no se deben disparar contra personas ni en zonas donde haya vegetación o líquidos inflamables. Tampoco se deben encender dentro de botellas, latas, contenedores o papeleras porque al explotar pueden producir metralla. Si un petardo no enciende bien, no se debe tocar ni recoger y nunca se deben coger restos que hayan quedado de otros artificios. Recuerda el agente José Hilario Salido que "lo último que hay que hacer es manipularlos o juntar las mechas de varios", ya que "siempre deben seguirse las instrucciones de uso".

En caso de quemaduras es conveniente lavar la superficie afectada con agua fría para limpiar y calmar el dolor y no aplicar ningún tipo de pomada u otro producto. Después se debe envolver la quemadura con un paño limpio y acudir al centro de salud más cercano.

¿QUÉ SABER ANTES DE COMPRAR?

Los petardos se dividen en tres categorías según la edad: categoría I (edad mínima de uso de 12 años); categoría II (16 años) y categoría III (18 años). En cualquier caso, la normativa prohíbe la venta y adquisición de petardos a menores de 12 años.

Todos los establecimientos que vendan material pirotécnico deberán haber obtenido la correspondiente autorización administrativa por parte de la Subdelegación del Gobierno y del ayuntamiento correspondiente. Además de las precauciones en la venta y almacenamiento es indispensable comprobar el etiquetado de los envases para conocer a qué clase pertenecen.

Por otro lado, hay que asegurarse de que los productos comprados se encuentren en perfecto estado sin que aparezcan signos de deterioro y respetar en todo momento las instrucciones que aparecen en el etiquetado. Para prevenir posibles daños no hay que extraer su contenido ni manipular sus componentes, y tampoco es recomendable guardarlos en los bolsillos, ni llevar mucha cantidad.