"Houston…, aquí base Tranquilidad, el Eagle ha alunizado". "Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la Humanidad". "La vista de una magnífica desolación"... Las tres frases, sobre todo la segunda, pronunciada a las 2.56 del 21 de julio de 1969 según el horario del tiempo universal coordinado, siguen en la memoria colectiva y permanecerán en ella durante el tiempo que le quede a la raza humana. Las pronunció Neil Amstrong, de 38 años, comandante de la misión espacial tripulada Apolo 11 y primer hombre en pisar la Luna.

Mientras el astronauta más famoso de la historia daba los primeros pasos sobre la superficie silenciosa y de escasa gravedad del satélite, su compañero Edwin E. Buzz Aldrin (39), piloto del módulo lunar Eagle (Águila), con el que habían aterrizado, esperaba para bajar a acompañarlo. En órbita lunar permanecía el Columbia, el módulo de mando en el que había viajado la tripulación y en el que debían regresar a la Tierra.

Lo pilotaba Michael Collins (38), diseñador de la insignia de la misión: un águila sobre un paisaje lunar y con una rama de olivo entre las garras —el planeta de los astronautas se ve parcialmente al fondo, inclinado para resaltar los EE UU y la superficie de Florida, lugar de lanzamiento del cohete Saturno V que transportó fuera de la atmósfera a la misión.

Ahora cualquiera puede construir y disponer de un módulo lunar idéntico al Eagle hasta en sus más pequeños detalles. El Instituto Smithsonian, el mayor centro cultural, educativo y museístico del mundo, celebra el 47º aniversario del Apollo 11 con la espectacular iniciativa de digitalizar todo lo necesario para imprimir en alta resolución y tres dimensiones (3D) el exterior y el interior del cuartel general y habitáculo de los astronautas.

El material, que puede descargarse de la página web del proyecto, permite a cualquier persona con conexión a internet convertir los archivos en un modelo mimético del original, que se conserva a la vista del público en el Museo Nacional del Aire y el Espacio del Smithsonian de Washington. Los expertos del centro escanearon, con siete tecnologías diferentes, cada cable, rincón, pieza e instrumento del módulo, obteniendo un billón de barridos de detalles en altísima definición.

La impresión puede escalarse a gusto del usuario, dado que el material de descarga incluye escaneos a tamaño real y mediciones exactas. También están disponibles modelos para ser recorridos con visores o gafas de realidad virtual. "Podrá usted literalmente acostarse en los asientos abatibles de los astronautas y atarse con sus cinturones de seguridad", aseguran desde el museo.

Los trabajos del proyecto permitieron al equipo de curadores y técnicos acceder a lugares del interior del módulo de mando que no eran accesibles, por ejemplo anotaciones a lápiz de los astronautas sobre el fuselaje con detalles técnicos o descriptivos —"bolsas de orina, día del lanzamiento", se lee en uno de los apuntes"—.

El Eagle tiene forma de cono truncado, mide 3,23 metros de altura y 3,91 de diámetro en la base. Contiene tanto los controles de los reactores, los tanques de agua potable y todo el instrumental de navegación. Con un peso de algo más de 5.500 kilos, estaba envuelto en varios estratos de tipo sándwich de acero, aluminio y una capa de fibra de vidrio.

El módulo trajo de vuelta a la Tierra a los tres tripulantes, alcanzando una velocidad de 40.000 kilómetros por hora y calentándose a más de 2.700º al reingresar en la atmósfera. Amerizó en el Pacífico, a 1.500 kilómetros de Hawai, el 22 de julio.

En el proyecto, dirigido por el departamento de 3D del Smithsonian, colaboró la corporación Autodesk. Ambas entidades han aprovechado el momento para lanzar una web interactiva que permite al internauta moverse por el interior del módulo de mando y verlo desde el exterior. Además de avanzar, retroceder, realizar miradas panorámicas de 360º o colarse por lugares en apariencia inalcanzables, la página despliega detallada información técnica, aunque solamente está disponible en inglés.