Katinka Hosszu, quien acaba de lograr en Río un nuevo récord del mundo en los 400 estilos al obtener un registro de 4:26.36, no fue la única protagonista de los Juegos en la noche del sábado.

A escasos metros de ella en la grada, su marido y entrenador, Shane Tusup, animaba fervientemente a la deportista con movimientos de brazos, muecas y gritos. Su emoción tampoco pasó desapercibida para muchas de las cámaras encargadas de televisar el encuentro deportivo.

La exhibición de Hosszu hizo que se colgara la medalla de oro en los 400 estilos, la misma categoría en la que Mireia Belmonte se hizo con el bronce y le dio la primera medalla a España en estas Olimpiadas.

Tras la tensión vivida por su marido y entrenador desde la grada, la campeona olímpica colgó posteriormente en Twitter una imagen junto a él y su merecido oro.