En una entrevista con Europa Press, López ha dejado claro que no ha roto la comunicación con el Ayuntamiento malagueño y asegura que "por encima de todo hay actitud y voluntad de encontrar puntos de encuentro".

No obstante, ha manifestado que "si no es posible llegar a acuerdo en un momento determinado, aunque espero que al final sí sea posible, sin usar malas formas, cuando hay conflicto de intereses y no hay solución habría que ir a los tribunales, aunque ello supusiera un fracaso de la política".

"Lo estamos intentando, pero si al final no hay acuerdo sería necesario un arbitraje externo, una instancia externa que se pronuncie sobre el proyecto", ha añadido el consejero, quien considera que en el otoño de este año, en concreto a inicios de la estación, "debe dilucidarse el camino definitivo" de este asunto.

Para el consejero, el objetivo de la Junta es "terminar la red tal y cual está planteada, pero no por capricho, sino porque es un sistema integral con una racionalidad en términos sociales, pues comunica los cuatro distritos más poblados de Málaga con los lugares donde están los servicios públicos fundamentales y que es una articulación básica de la ciudad".

El consejero además apela a la "racionalidad desde el punto de vista económico financiero" del proyecto firmado, no sólo en la construcción sino en la explotación.

"Estas son las razones por las que planteamos racionalmente que esto hay que disfrutarlo como estaba previsto", ha agregado el consejero, quien ha recordado que se trata de una concesión administrativa

"que se hizo con la firma y el acuerdo del Ayuntamiento de Málaga y de hecho dos personas del Ayuntamiento de Málaga estaban en la comisión adjudicataria de la concesionaria".

Ha recordado en ese punto que se hizo ese procedimiento "porque no había recursos suficientes y nos prestaron recursos, y lo hicimos en condiciones marcadas en el concurso público".

"Esto no debe romperse, pues traerá consecuencias sociales negativas, efectos sobre la movilidad sostenible y económico financieras negativas", ha indicado el consejero, quien insiste en la necesidad de "mantener los compromisos".

Asimismo, deja claro que por parte de la Junta "hay voluntad y actitud de buscar puntos de entendimiento" y ha recordado que "no es una infraestructura hecha contra el Consistorio de Málaga sino conjuntamente con el Ayuntamiento para dar respuesta a los ciudadanos".

"El alcalde me conoce desde hace años e intentamos dar racionalidad a las cosas para que lo que a veces son conflictos de intereses, acabe buscando puntos de encuentro y que haya solución aceptable para todos, para los ciudadanos, para la concesionaria, que perviva la seguridad jurídica para las empresas, que vea que mantiene relaciones mercantiles no con locos sino con gente que respeta las reglas del juego", ha indicado el consejero.

López ha dejado claro que la Junta "hará todo lo que se pueda hacer para que estos acabe en acuerdo, pero no sólo depende de una parte", tras lo que reconoce que "de momento no hemos encontrado acuerdo, siempre sobre la racionalidad, no sobre la intransigencia".

Asimismo, se muestra partidario de estudiar "soluciones alternativas que respondan al interés de los ciudadanos, que tengan racionalidad económica financiera y un encaje en la relación contractual establecida, en términos jurídicos; si todo eso se cumple se puede estudiar, pero si plantea soluciones alternativas que no tienen racionalidad desde la perspectiva de los ciudadanos y no encaja con lo establecido en términos contractuales, entonces el Ayuntamiento pide un imposible".

LA SITUACIÓN

La Junta recuerda que el Metro de Málaga, que acaba de cumplir dos años en explotación comercial parcial (Líneas 1 y 2 hasta el Intercambiador El Perchel, equivalente al 81 por ciento de la red prevista), "ha consolidado las expectativas de demanda para esta primera fase, a falta de culminar y poner en servicio el 19 por ciento restante de la infraestructura), superando los 10 millones de viajeros en su segundo aniversario", y con una valoración "más que notable" por parte de los usuarios, que en la encuesta de satisfacción han calificado con una nota de nueve sobre diez la valoración de este servicio de transporte.

La Junta de Andalucía, como promotora de esta infraestructura, trabaja en la culminación de la red, que permitirá dar un gran salto en términos de cobertura de población y demanda, ya que de los cinco millones de viajeros-año que arroja la prestación del servicio hasta el Perchel, la previsión es alcanzar los 20,7 millones de usuarios/año, una vez se complete la infraestructura pendiente de culminar y poner en servicio, que consiste en el trazado entre El Perchel y Guadalmedina (antesala del centro histórico), y desde dicha estación su extensión hasta la Alameda Principal (Atarazanas) y el distrito norte (entorno de Hospital Civil).

La culminación de la red, pactada entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga en 2013, y ratificada con la firma de un protocolo de intenciones, suscrito por ambas administraciones el 11 de noviembre de 2013, otorgará un sentido pleno a la red, dando cobertura a los cuatro distritos más poblados de la capital y al distrito que alberga los principales equipamiento de interés público (Teatinos).

Igualmente, su terminación permitirá extender el servicio a un mayor volumen de población, pasando de los 130.000 habitantes que ahora se localizan en un entorno de 500 metros alrededor de una estación, a un total de 218.000 habitantes.

Finalmente, la materialización de la red pactada con el Ayuntamiento de Málaga "permitirá la consecución de la rentabilidad económico-social de la inversión prevista, estimada en 794 millones de euros (hasta la fecha se han ejecutado 683 millones de euros)".

Por esta razón, y de acuerdo a todos los parámetros de calidad del servicio previsto y del modelo contractual de la concesión administrativa, la Junta "se mantiene firme en su voluntad de culminar la red hasta Atarazanas y Hospital Civil, conforme al mencionado protocolo de intenciones".

De esta forma, ha manifestado su rechazo a la propuesta alternativa del Ayuntamiento de Málaga de sustituir la prolongación de la Línea 2 hasta el Hospital Civil por un servicio de autobús con carril abierto (denominado MetroBús), pues "ni mejora la prestaciones del servicio previstas por el metro (fiabilidad en frecuencias y tiempos de viaje), ni tiene encaje legal en el modelo contractual vigente, ni la referida propuesta municipal tiene elementos justificativos y contrastados en términos de demanda, inversión y viabilidad técnica".