Un Estadio Olímpico abarrotado con más de 46.000 personas para ver a una de las grandes reinas del pop.  Faltaban apenas tres minutos para las diez de la noche cuando Beyoncé apareció en el escenario de Barcelona, ciudad donde la cantante cerró su gira mundial The Formation World Tour.

Un concierto en el que presentó los temas de su último álbum, Lemonade, pero donde también tuvieron cabida grandes éxitos como Halo o Survivor, de su etapa de Destiny's Child.

Humo en el escenario, una pantalla gigante dando vueltas en diferentes colores, un público enloquecido y entregado, y...Beyoncé apareció en escena: de negro, con un gran sombrero y acompañada por un espectacular cuerpo de baile femenino.

A continuación, y con la melena rubia al aire, la estrella interpretó Formation, una de las canciones de su último disco Lemonade. Continuó con Sorry, del mismo álbum, un tema que lleva semanas siendo el protagonista de miles de comentarios y polémicas.

La estadounidense superó todo tipo de expectativas. Interpretó varias de las estrofas de Irreplaceable en castellano: ''Nunca más me vuelvas a engañar y a largarte", cantaba la mujer de Jay Z.

Un pequeño castillo de fuegos artificiales y grandes llamaradas desde detrás del escenario acompañaron a la tejana durante las dos horas de concierto. Se mostró muy agradecida en varias ocasiones con los miles de fans que habían acudido a la cita: ''I love you'' gritó entusiasmada la artista en varias ocasiones.

Dos horas antes del inicio del concierto y mientras llegaban los últimos fans, el escenario fue ocupado por la cantante de hip-hop Ingrid, una estrecha colaboradora de la cantante desde el año 2013, crecida en el mismo barrio que ella, y las hermanas Chloe X Halle, a las que la señora Knowles llama cariñosamente las "alienígenas angelicales".

Desde el primer momento se desató la locura y no cesó en las dos horas. La espectacularidad fue la clara protagonista, en un escenario con una pasarela sobre la que discurría una cinta andadora, además de una estructura central giratoria, tornos sobre los que podían bailar auténticos acróbatas e incluso un ascensor.

Con un "nos vemos en la próxima" puso el punto y final a una actuación con la que decía adiós a Europa.  Al acabar, la promotora Live Nation hizo público que Beyoncé se despide del viejo continente vendiendo en España por primera vez 46.000 entradas.

Un nuevo récord para la diva estadounidense, quien, incansable, nunca se conforma con los que ya tiene.