El cadáver del hombre de nacionalidad rumana que falleció el miércoles de la pasada semana en el Hospital La Fe de Valencia tras quemarse a lo bonzo el pasado 4 de septiembre cerca de la Subdelegación del Gobierno en Castellón será repatriado a su país por deseo de su familia, según informaron fuentes del Consulado de Rumanía en Barcelona.

Los gastos de la repatriación correrán a cargo de las autoridades rumanas, según las mismas fuentes, las cuales no fijaron la fecha en que se puede producir el traslado del cuerpo, ya que dependerá de que la compañía funeraria complete todos los trámites necesarios.

Sin riesgos

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Inmigrantes de Países del Este, Angela Placsintar, lamentó la muerte de su compatriota, y consideró que "ésta es un dura lección de vida", e hizo un llamamiento a los inmigrantes "para que tengan responsabilidad a la hora de trasladarse de país y se aseguren de que todo está en orden, pues no se pueden arriesgar sin conocer la realidad".

Los cuatro miembros de la familia del fallecido llevaban varios meses en Castellón, donde llegaron con la promesa de un trabajo y una vivienda que resultó ser una estafa, según explicó a los medios de comunicación la hija de la víctima, Isabelle.

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