El arzobispo de Granada valora "la primera JMJ que se vive con gente que ha nacido en el siglo XXI"

  • CRACOVIA, 31 (del enviado especial de Europa Press José María Navalpotro)

Obispos españoles presentes en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) han puesto de relieve el contraste entre el espíritu de fraternidad de los jóvenes presentes y los episodios de violencia desatada en el mundo.

El arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez, señalaba al concluir la Misa final de la jornada: "Esta JMJ es expresión de un fruto maduro. Empezaron de un modo muy humilde y hoy ya es la primera que se vive con gente que ha nacido en el siglo XXI. Es un signo visible de que es posible un mundo distinto. Es expresión de libertad y belleza. No hay poder en el mundo capaz de hacer un modo tan bello de estar y tanta gente unida".

El arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz, ha manifestado a Europa Press: "se ha visto un contraste entre el mundo de violencia y dividido que sale en los medios de comunicación cada día y lo que hemos vivido con estos jóvenes".

También destacan el mensaje del Papa Francisco de animar a los jóvenes a comprometerse por los demás, superando la tentación de convertirse en "jóvenes de sofá".

En concreto, monseñor Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid, ha subrayado a Europa Press que en estos días lo que ha pedido a los jóvenes es que "tomen la decisión de convertirse en instrumentos de misericordia, realizando la gran revolución que necesita el mundo, que es el amor a Cristo. El arzobispo de la capital ha destacado la buena organización de la jornada y los actos: "todo ha sido muy creativo y fácil de entender para jóvenes y adultos".

Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Ricardo Blázquez, ha puesto el énfasis en "la evocación permanente y expresa de Juan Pablo II en estos días, tanto por su vida, como por ser el iniciador de estas jornadas". Para el arzobispo de Valladolid, la clave de los mensajes del Papa Francisco ha sido "el lema de la jornada: la misericordia". "El Papa se ha centrado mucho en los heridos de la vida, y muestra que la misericordia es la respuesta ante las inseguridades, los desafíos y la violencia", ha destacado.

El responsable de juventud de la Conferencia Episcopal Española, uno de los obispos más jóvenes de España, monseñor Xavier Novell, ha pasado la noche en el "Campus Misericordiae" junto a cientos de miles de jóvenes. Ha señalado a Europa Press que no es la primera vez que actúa así, pues repite tras experiencias en jornadas similares anteriores. "Es que, si quieres estar con los jóvenes, no puedes quedarte en el hotel. De todos modos, no me resulta extraño porque yo he sido scout y sigo yendo a acampadas", ha explicado.

Monseñor Novell, que es obispo de Solsona, ha destacado que el Papa Francisco anima a los jóvenes en una doble vía: "a recibir misericordia y a ofrecerla". Además, destaca, "llama a que no se queden en palabras; que, como dijo ayer, no sean 'jóvenes de sofá'. Les empuja a cambiar el mundo mediante la única fuerza revolucionaria verdaderamente, que es vivir en Dios".

Para el arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz, "estos jóvenes pueden vencer las dificultades no porque tengan una trinchera más poderosa, sino por las bienaventuranzas que expresan la misericordia". El obispo asturiano ha explicado que se han vivido episodios notables, como un joven, participante en la JMJ, que había hecho la primera comunión hace diez o quince años y no se había confesado nunca. "Aquí la ha descubierto. Y descubre el abrazo misericordioso de Dios".

Monseñor Sanz también ha valorado la acogida recibida por muchos peregrinos alojados con familias. En algunos casos, ha citado que los anfitriones durmieron en el suelo estos días los peregrinos pudieran usar su cama; que otros han ahorrado durante meses para poder darles de comer dignamente; o que han sacrificado sus vacaciones de verano para atender adecuadamente a los hospedados. El obispo explica que cuando preguntó por el porqué de estos sacrificios, la familia polaca respondió: "Nuestra casa, con vosotros, es como si estuviese Cristo".

Entre los obispos que han concelebrado en el acto final de la JMJ se encontraba también monseñor Kike Figaredo, español, obispo en Camboya, y que es bien conocido por su labor con personas víctimas de la violencia. Ha manifestado a Europa Press: "Esta JMJ ha sido un momento de fraternidad, de encuentro, de alegría. Para los camboyanos fortalece el sentimiento de Iglesia, se sienten parte de una 'network' de fe. Nos sentimos acompañados".

Por su parte, el cardenal Rubén Salazar, de Bogotá (Colombia), ha expresado su satisfacción por el anuncio realizado ayer del próximo viaje del Papa a su país: "Lo esperamos con los brazos abiertos. Su presencia será fundamental para consolidar la paz". El cardenal ha subrayado que el mensaje del Papa de ayudar a quien sufre tiene "especial aplicación" en su país, donde ha habido un conflicto muy fuerte que ha producido ocho millones de víctimas.

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