Los Bomberos atienden cada vez más avisos de personas mayores

  • El Cuerpo de Bomberos de Zaragoza ha detectado un aumento significativo en las salidas para asistir a personas mayores en sus hogares, tanto en la capital aragonesa, como en los diferentes barrios rurales. Caídas, fracturas o infartos son los casos que más se repiten.
Un bombero de Zaragoza antes de auxiliar a un hombre mayor.
Un bombero de Zaragoza antes de auxiliar a un hombre mayor.
EUROPA PRESS
Un bombero de Zaragoza antes de auxiliar a un hombre mayor.

Este mismo miércoles, un vehículo-escala del Cuerpo y una ambulancia UVI-Móvil del parque de Ramón y Cajal, han asistido a un hombre, de 87 años, en la calle Boggiero de la capital aragonesa. Lo han encontrado tumbado en el suelo tras haberse caído y quejándose de un dolor en un hombro, por lo que ha sido trasladado al Hospital Miguel Servet, según han manifestado fuentes de Bomberos a Europa Press.

Casos similares son frecuentes varias veces al día en la ciudad y en sus barrios rurales. Todo comienza con una llamada al 112, al 080 o a los teléfonos de la Policía Local, Policía Nacional o de la Guardia Civil. Por lo general, suelen ser los vecinos de estas personas mayores quienes dan el aviso, bien al oír gritos de auxilio o al no verlos en un tiempo.

A partir de ahí, los Bomberos y siempre y cuando no responda el afectado, activan el protocolo de emergencia establecido para este tipo de casos. En coordinación con otros servicios de emergencia, que pueden variar dependiendo la zona de la capital y de las necesidades, intentan, en primer lugar, acceder al domicilio.

Según explica uno de los oficiales de Bomberos de Zaragoza, Ángel Granado, "en ocasiones, se entra por la puerta de la casa o por la ventana. Todo depende de cómo nos lo encontremos. A veces hay muchos pestillos o más de una cerradura, por lo que es más rápido y fácil hacerlo por una ventana".

Después, y una vez dentro, valoran la situación en la que se encuentra la persona mayor. "Si se trata de mujeres lo más frecuente son caídas y fracturas de cadera. En hombres, detectamos más casos de ictus o infartos", afirma Granado. Los sanitarios actúan y si es necesario se traslada al afectado al hospital.

Este tipo de situaciones son "igual de importantes para nosotros que un incendio. No hay que olvidar que somos un servicio de emergencias. Hasta que no llegamos, no sabemos qué ha ocurrido", comenta el oficial del Cuerpo.

TELEASISTENCIA Y SERVICIOS SOCIALES

Tanto el Ayuntamiento de Zaragoza, como el Instituto Aragonés de Servicios Sociales del Gobierno de Aragón ofrecen la posibilidad a cualquier persona con limitaciones físicas, intelectuales o sensoriales, o en situación de riesgo para permanecer en su domicilio, de disponer del Servicio de Teleasistencia. Algo "que puede salvar vidas", ha asegurado Ángel Granados.

Un simple y pequeño emisor con un botón colgado al cuello permite comunicar un problema en tiempo real. Posteriormente, y dependiendo del caso, se da aviso a los servicios de emergencia. "Si no se tiene la teleasistencia, es bueno tenerlo. Y se tiene, lo recomendable es llevar el botón siempre encima, ha recomendado Granado.

Añade que "en el día a día, y dada la cantidad de servicios de este tipo que realizamos en una jornada, nos encontramos de todo. Hay veces que llegamos a tiempo, otras no, por desgracia. Se producen casos extremos, como por ejemplo, un fallecimiento del que no se tiene constancia hasta pasados varios días, semanas, incluso meses y que acaban detectando los vecinos por los olores, o por echar a esas personas en falta durante un tiempo".

Otro aspecto que preocupa tiene que ver con el estado y la situación en la que viven algunos mayores. Muchos no tienen familia y reciben solo la compañía, ayuda y apoyo de los servicios sociales. También los hay que sí tienen familia, pero viven fuera de Zaragoza, o incluso están en la ciudad, pero no quieren hacerse cargo de sus progenitores.

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