Primer juicio a Femen en España: "Fuimos pacíficas. Nos golpearon y rociaron con pintura"

  • Las activistas han defendido que todas sus protestas "siempre son absolutamente pacíficas".
  • Se les acusa de irrumpir en una marcha en contra del aborto en 2013.
  • El Ministerio Fiscal solicita una pena de nueve meses de prisión para cada una de ellas y una multa de 1.800 euros.
  • Los testigos y los policías contradicen su versión: "Iban a lo bestia. Hubo zarandeos e intentos de quitar pancartas".
Cinco activistas de Femen, a su llegada al Juzgado de lo Penal número 19 de Madrid, donde se ha celebrado la vista oral contra ellas por irrumpir semidesnudas en una marcha antiabortista.
Cinco activistas de Femen, a su llegada al Juzgado de lo Penal número 19 de Madrid, donde se ha celebrado la vista oral contra ellas por irrumpir semidesnudas en una marcha antiabortista.
EFE
Cinco activistas de Femen, a su llegada al Juzgado de lo Penal número 19 de Madrid, donde se ha celebrado la vista oral contra ellas por irrumpir semidesnudas en una marcha antiabortista.

La activistas de Femen han destacado este martes en el juicio por irrumpir semidesnudas en una marcha 'provida' el 17 de noviembre de 2013 que actuaron de forma "pacífica" y han acusado a los manifestantes de atacarlas, pese a que los policías y testigos han señalado que su actitud fue muy violenta y nada dialogante.

"En ningún momento agredimos ni a las personas allí presentes ni a la policía. Queríamos protegernos a nosotras mismas porque fuimos atacadas", ha explicado su líder, Lara Alcázar, en la vista oral que se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal 19 de Madrid, en el primer juicio contra integrantes de esta organización en España.

El Ministerio Fiscal les acusa de los delitos de desórdenes públicos y resistencia a la autoridad, y solicita una pena de nueve meses de prisión para cada una de ellas y multa de 1.800 euros. Más allá va la Asociación Enraizados en Cristo y en la Sociedad, que ejerce la acusación particular, que añade los delitos de exhibicionismo y contra el ejercicio de los derechos fundamentales. Piden hasta 6 años y medio de cárcel.

La líder de Femen ha destacado que su intención "era llevar a cabo una acción pacífica no violenta para visibilizar el problema que había en ese momento, que era el debate de la despenalización de la Ley del aborto". Para ello, se situaron a "una cierta distancia" de la cabecera con el fin de tomar una "fotografía" de los manifestantes "sin ninguna intención de perturbar ni de interrumpir nada".

"Nuestras protestas siempre son absolutamente pacíficas y no hacemos uso de la violencia", ha subrayado Alcázar, que como el resto de acusadas solo ha respondido a las preguntas de su letrado. Fue en el momento en que pusieron el pie en la calle, cuando varias personas se abalanzaron sobre ellas. "Nos zarandearon, nos dieron con paraguas y nos rociaron con botes de pintura roja", ha añadido la procesada, que ha definido la escena como "un caos" y ha alabado la actuación de la policía.

"Nos sentimos ciertamente reconfortadas cuando nos llevó la policía porque las personas que estaban allí nos estaban atacando y si no hubiera sido por esa intervención hubiéramos salido pero paradas", ha precisado. Las otras cuatro acusadas han corroborado la narración de la líder del grupo al afirmar que "sólo pretendían tomar fotografías y vídeos" para abrir un debate sobre la Ley del aborto de una manera "absolutamente pacífica y no violenta", cuando fueron agredidas repentinamente por los 'provida' y salvadas por la policía.

La versión de los testigos y los policías

Sus versiones contrastan con los testimonios de los testigos, como el de una mujer que ha relatado que las procesadas "iban a lo bestia" hacia la cabecera de la marcha "sabiendo que había niños". Otra testigo ha subrayado que "las señoritas desnudas" irrumpieron en la manifestación al grito de "joderos" y "aborto es sagrado" sin dejar de dar "manotazos y hacer cortes de mangas".

"Daban patadas que iban dirigidas a cualquiera que estuviera allí", ha agregado la testigo, que ha acusado a las activistas de vulnerar su derecho a manifestarse porque interrumpieron la marcha de una forma que violentó sus derechos y los de sus hijos. Tanto es así que uno de los convocantes ha explicado que "muchos de los niños se asustaron y empezaron a llorar porque aquello fue muy violento", por lo que sus padres se los llevaron.

Por otra parte, los policías desplegados en la manifestación han avalado la versión de los testigos. "Salieron corriendo de una esquina por sorpresa y se abalanzaron sobre la cabecera de una forma que no fue ni pacífica ni dialogante", ha destacado uno de ellos. "Hubo empujones, zarandeos, codazos e intentos de quitar las pancartas", ha señalado otro agente, que ha admitido que "no fue fácil" reducirlas porque había muchos niños. Tardaron 20 minutos.

Los policías han querido dejar claro que "hubo resistencia" y que las acusadas no les recibieron con los brazos abiertos como así han manifestado ellas. "No cooperaron en ningún momento", han dicho. Tampoco vieron a manifestantes atacarlas ni rociarlas con spray.

En las conclusiones finales, tanto la fiscal como la acusación particular han pedido que se condene a las acusadas porque ha quedado acreditado que vulneraron un derecho fundamental al "reventar una manifestación" de una forma muy violenta. Mientras que la defensa ha pedido la libre absolución de las procesadas porque ha considerado que los hechos no son delictivos sino que, como mucho, son objeto de una falta. El juicio ha quedado visto para sentencia.

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