Los usuarios del Metro de Madrid conocen a la perfección el sonido que hace por el túnel el tren cuando llega a la estación, el chirrido de los frenos y el chasquido hidráulico de las puertas. Pero ¿qué pasa si esos sonidos se producen pero el convoy no está?

Una de las escenas más recordadas de la película ochentera de Cazafantasmas es esa en la que los protagonistas caminan por las viejas vías del metro cuando un tren fantasma los arrolla.

Y eso mismo quiso hacer Sony Pictures en el metro de la capital, para promocionar el estreno de la secuela de la película, que llega a los cines el 12 de agosto. En la estación de Alonso Martínez, una de las más céntricas, se instaló un sistema de cuarenta altavoces capaces de dar salida a un programa estereofónico de sonido progresivo.

Además, se llenaron los andenes de cámaras ocultas para filmar las reacciones de los usuarios cuando escuchan llegar al tren, oyen cómo se para en el andén, abre las puertas y sale de nuevo sin que nadie haya podido verlo.

La estupefacción es la reacción más extendida entre los pasajeros que se miran los unos a los otros sin entender nada hasta que los paneles luminosos del metro comienzan a mostrar el logo de los cazafantasmas y en la estación suena la conocidísima canción de Ray Parker Jr.