El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y los dirigentes territoriales de su partido coinciden en que tienen que votar 'no' a la investidura del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy.

Así lo ha constatado el líder de los socialistas en la ronda de contactos que ha mantenido esta semana con sus 'barones', en la que se han mantenido también las dudas sobre la hoja de ruta a largo plazo y las diferencias sobre el papel que debe tener el candidato y el partido si el PP fracasa.

Desde el miércoles hasta este viernes, Sánchez se ha visto con los siete presidentes autonómicos del PSOE y una vicepresidenta y seis dirigentes territoriales. La última en acudir a Ferraz fue la jefa del Ejecutivo andaluz, Susana Díaz, que, en la reunión más breve, estuvo escasos minutos con Sánchez. Díaz ha mantenido este sábado que le toca a Pedro Sánchez hacer valoración de los resultados de las elecciones generales del 26 de junio. "Es su momento, es el que tiene que hablar", ha dicho la dirigente andaluza.

A su paso por la sede, todos los dirigentes territoriales han insistido en que no pueden apoyar al PP y en que debe ser Rajoy el que se mueva para intentar formar gobierno. De hecho han cargado contra el presidente, como ha hecho también Sánchez, por su actitud durante estas dos semanas, en las que creen que no ha hecho nada por buscar acuerdos.

Y así lo ha dicho también el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que la semana pasada se desmarcó apuntando a una "abstención mínima" si hiciera falta para facilitar un gobierno del PP, pero que este viernes, tras verse con Sánchez, ha cargado contra Rajoy por no dar ni siquiera "un pasito para intentar formar gobierno".

Vara no ha cerrado la puerta a una abstención en el último momento, pero ha defendido que para ayudar al PP a "resolver problemas", primero Rajoy tiene que ser "activo y no diletante". Es decir, que tiene que presentarse en el Congreso con un acuerdo que sume a sus 137 diputados.

De la misma opinión es el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien cree que el no al PP es "claro" pero no ha querido calificarlo de "definitivo" como sí han hecho otros compañeros. Eso sí, después de apuntar que el PSOE podría analizar su posición "con otro sosiego y con otro concepto" si Rajoy acude a su investidura con el apoyo de otros partidos, ha apuntado que no ve nada que le haga pensar que el PP vaya a hacer movimientos que les lleven a "cambiar su criterio".

Durante estos días, otros dirigentes también han dejado abierto el escenario a largo plazo, después de esa primera sesión de investidura en la que no hay dudas sobre cuál debe ser su voto. Así lo hizo el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y las líderes del PSOE en Euskadi, Idoia Mendia, y Madrid, Sara Hernández.

Tampoco han querido comprometer la postura del PSOE a largo plazo el presidente de Aragón, Javier Lambán, que ha insistido en que es el PP el que debe buscar sus socios, y el líder del PSOE en Murcia, Rafael González Tovar, quien, eso sí, ha recalcado que si Rajoy no logra apoyos suficientes, todos los partidos de la oposición deberán buscar soluciones.

En cambio, hay dirigentes que defienden que el rechazo a Rajoy debe ser definitivo. Así lo han dicho este viernes el líder del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, que ha avisado que otra cosa sería "un suicidio" para los socialistas, y la presidenta de la gestora del PSOE de Galicia, Pilar Cancela.

Esta es también la postura de la presidenta de Baleares, Francina Armengol, que el pasado miércoles abrió un debate al defender que si Rajoy fracasa, es el turno de que Sánchez lo intente de nuevo, unas palabras que le valieron incluso las descalificaciones de Lambán, quien ha pedido disculpas por haber dicho que su propuesta fue "producto de la tramontana, que en determinadas épocas del año altera las mentes".

En cambio, a la apuesta de la presidenta de Baleares se ha sumado el líder del PSOE en Castilla y León y tampoco ha sido descartada por el primer secretario del PSC, Miquel Iceta. Eso sí, el líder de los socialistas catalanes ha apuntado que ésa sería una posibilidad entre otras si el PP no lo logra, subrayando que, en todo caso, Sánchez no se puede quedar "cruzado de brazos".

En cambio, para otros, como el presidente extremeño, no hay dudas de que el lugar del PSOE no es otro que la oposición. "El PP ganó con claridad las elecciones, tiene por tanto la obligación de intentar formar un gobierno y buscarse los aliados necesarios para ello, y el PSOE perdió con mucha nitidez las elecciones y tiene la obligación de irse a la oposición", ha dicho Lambán, el más claro en este sentido.

Tampoco ha logrado muchos apoyos su sugerencia de que la dirección consulte a las bases el voto a la investidura de Rajoy. Algunos dirigentes no lo han descartado, pero considerando que no sería necesaria porque el "sentir mayoritario" del partido es contrario al gobierno del PP.

Y, mientras tanto, Vara y Page lo han rechazado tajantes. El presidente de Castilla-La Mancha ha dicho que se puede consultar pero sobre una posición "fija y contundente" y ha criticado "un modelo de partido test" en el que se pregunten preferencias. "No soy contrario a que se consulte, pero no hay que buscar esconderse detrás de los militantes", ha remachado.

De la misma posición es el extremeño, que ha defendido que los líderes y las organizaciones tienen que "asumir su responsabilidad". "Una cosa es considerar la necesidad de, en determinadas cuestiones, someter a la consideración de la militancia y otra es estar todos los días preguntando para eludir nuestra responsabilidad", ha remachado.