Cuando las cartas de esta nueva mano electoral ya están boca arriba —con una victoria más abultada del Partido Popular (137 diputados), pero sin mayoría absoluta (176)— España se despierta tras las elecciones del 26J sabiendo que la calculadora de pactos deja un escenario de búsqueda de Gobierno igual de difícil que el de las elecciones del pasado mes de diciembre.

En los próximos días, los políticos tendrán que volver a entablar negociaciones, con la mochila de las 'líneas rojas' y los condicionales lanzados por todos ellos en la última campaña electoral.

Las que siguen a continuación son las opciones de alianzas entre partidos, entre las que solo dos suman los escaños necesarios para la mayoría absoluta (la gran coalición y el tripartito tricolor). Pero a partir de ahora a la lógica aritmética habrá que sumar mucha voluntad política para alcanzar un gobierno estable que evite unas terceras elecciones:

La combinación de PP (137)-Ciudadanos (32) —llamada de 'centro derecha'— suma más votos que el 'bloque de izquierdas' (el formado por el PSOE, 85, y Unidos Podemos, 71) y gracias al empuje del PP se ha visto reforzado con respecto a diciembre.

Mariano Rajoy ha apelado a la responsabilidad de los líderes de los "otros partidos moderados" para que no haya unas terceras elecciones.  Sin embargo, Ciudadanos se había negado a aceptar un acuerdo con Mariano Rajoy como presidente, apelando a la necesidad de un cambio para España. Sin embargo, el trasvase de votos de Ciudadanos al Partido Popular de este 26J, que habría superado los 390.000, podría conllevar la renuncia a esta exigencia en la que tanto ha insisitdo Albert Rivera. Cabe resaltar que este lunes, tan solo unas horas después del 26J, Rivera ha asegurado que en su formación "no hay veto a Mariano Rajoy" y que están dispuestos a hablar con el PP.

Aún así, juntos no alcanzan la mayoría absoluta matemática. Pero podrían intentar la conocida como 'vía 175', que son lo que suman con los apoyos de PNV y de Coalición Canarias. Con ellos se quedarían al borde de la mayoría absoluta (175). Entonces necesitarían de alguna abstención en el hemiciclo, porque con todos los votos en contra en la bancda de enfrente habría también 175 diputados, produciéndose un empate técnico.

Todas las miradas están puestas en el PSOE —como grupo o mediante la cesión del diputado que le falta a la fórmula—. Si eso ocurriera se desbloquearía la situación de ingobernabilidad. Algunas fuentes apuntan a que tal apoyo podría venir del diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, que se presentó en coalición con los socialistas. Esta situación sería similar a lo ocurrido en Cataluña, cuando ocho apoyos y dos abstenciones de la CUP permitieron la investidura de Carles Puigdemont. Pero al PP este cambalache no le saldría gratis, porque el PSOE podría incluso pedir la cabeza de Rajoy a cambio. De todas las formas, el portavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, ha insistido tamibién este lunes en que los socialistas no apoyarán al PP ni por activa ni por pasiva.

El PSOE aguanta como segunda fuerza política en España, y respira aliviado por haber evitado este domingo el tan anunciado por las encuestas sorpasso de Podemos. "Seguimos siendo la primera fuerza política de la izquierda" ha celebrado Pedro Sánchez. Sin embargo, los socialistas han perdido este domingo otros 300.000 votos más y han sacado el peor resultado en escaños de la historia de la formación (85), perdiendo incluso Andalucía.

La otra parte de la ecuación, Unidos Podemos, tampoco ha logrado el reto que se había impuesto de mejorar su marca a través de su unión con Izquierda Unida. Es más, Unidos Podemos se ha dejado 1,2 millones de votos entre el 20D y el 26J. La suma del 'bloque de la izquierda' arroja por tanto un resultado menor a la suma del PP con Ciudadanos (156 contra 169) y sigue muy alejada de la mayoría absoluta, a nada menos que 20 escaños. Necesitaría sumar todos los apoyos nacionalistas y contar además con la abstención de Ciudadanos.

Esta combinación —llamada 'gran coalición' o 'coalición a la alemana'— supera matemáticamente la barrera de la mayoría absoluta, los 176 escaños. Además, la opción se ha reforzado en estas elecciones, al saltar de 213 escaños a 222, constatando el refuerzo del bipartidismo, que ha ganado un 5% de apoyos  (del 50,7% al 55,69% de los sufragios).

El Partido Popular sí que ha planteado al PSOE  esta fórmula, alegando que serviría para dar estabilidad y moderación al país. Sin embargo, Pedro Sánchez ha mantenido siempre que el PSOE no pactaría un Gobierno con el Partido Popular.

La opción que rubricaron Sánchez y Rivera después del 20-D ha perdido también fuelle en esta nueva cita electoral. La fuga de votos de Ciudadanos a PP y la pérdida de apoyos del PSOE en estos comicios han desinflado la ecuación del cambio. Pedro Sánchez había pedido a Unidos Podemos que apoyara esta fórmula tras las elecciones de diciembre y este domingo le ha hecho responsable a Pablo Iglesias de que no fructificara el cambio. Pero es que además estos 117 votos son menos que los conseguidos por el PP (137).

La transversalidad del cambio, o el llamado tripartito tricolor, también superaría la barrera de la mayoría absoluta en su conjunto. Sin embargo, ni Ciudadanos ni Podemos parecen proclives a materializar esta opción. Este domingo por la noche, Pablo Iglesias ha negado esta posibilidad aduciendo diferencias programáticas "insalvables" con la formación naranja. A su vez, Albert Rivera ha sido siempre contrario a apoyar un gobierno con Iglesias dentro.